
Simón Mesa Soto habla sobre 'Un poeta', su tragicomedia ganadora en Cannes y en los cines colombianos

Simón Mesa Soto, director de cine antioqueño, habló con LA PATRIA Radio sobre su película Un poeta, ganadora del premio del jurado en la sección “Una cierta mirada" del Festival de Cannes que ya está en las salas de cine colombianas. Esto dijo:
¿Cómo describe su película Un poeta?
Un poeta es la historia de un hombre de unos 56 años que vive con la mamá y es un poco la oveja negra de la familia. El tío artista que se ve a sí mismo como un poeta, pero que de cierta manera está en una crisis existencial y siente que fracasó.
El personaje publicó algunos libros cuando tenía 20 y está en ese dilema existencial de qué hizo con su vida, con esa pasión tan grande que tiene por las artes, pero en realidad él es un desempleado y un hombre con muchos problemas.
La familia pelea mucho con él, lo quiere echar de la casa de la mamá, pero la mamá lo sobreprotege.
A él lo obligan a ser profesor en un bachillerato en Medellín y conoce a una chica que es muy talentosa. Entonces él la quiere ayudar a ser una gran poeta, como para redimir sus fracasos a través de ella.
La película termina siendo un montón de peripecias que nos muestra todos los dilemas del arte, de la poesía.
La película es una comedia, la gente se puede reír y divertir mucho, pero al mismo tiempo tiene momentos de tragedia y de mucha emocionalidad.
Está entre la tragedia y la comedia.
¿De dónde surge Un poeta?
En Colombia ser artista es un oficio complejo. Me he dedicado mucho tiempo al cine y he tenido momentos de mucha frustración, de muchas dificultades y a medida que los años pasan uno se hace más adulto y empieza a pensar en la estabilidad económica y uno piensa: "Uy, esto del arte es complejo."
Tuve un momento de frustración hace unos 4 años y entonces quise volver esa frustración algo especial.
Me dije: “Voy a crear un personaje que sea y hable de mis frustraciones y de las frustraciones que vivimos los artistas”. Pero lo quería hacer a través de una comedia.
¿Y por qué la poesía?
Pensé en la poesía porque yo había asistido a algunas lecturas, había conocido la poesía en Medellín, en Bogotá y sentía que los poetas eran aún más soñadores, aún más idílicos y más utópicos en la manera de apropiarse de su arte.
Entonces, sentí que era muy bello e interesante que fuera la historia de un poeta.
A través de este poeta canalizo todos mis dilemas como artista también, pero quería que fuera una película disfrutable tanto al hacerse como al verse.
Cuando la hicimos nos reímos mucho, quería conectar con la emoción de hacer cine, con la comedia y con la risa y reírme de mí mismo como artista y de todo un poco.
Así fue surgiendo la historia y el guion que escribí por varios años. Todo lo hice con un equipo increíble que está detrás de la peli. Fue risa tras otra haciendo las escenas.
Es increíble que algo tan personal, también haga que la gente se conecte. Y es porque la gente también tiene estos dilemas.
¿Cómo ha sido el recibimiento de las personas?
Creo que la gente ha salido muy conmovida de la sala de cine. Y muchas personas ya la han visto. De hecho, fuimos la segunda película en la taquilla en Colombia este fin de semana que fue la premiere.
Eso nos sorprendió mucho y hemos recibido mensajes de gente muy tocada con la película, muy conmovida. Hemos sentido que ha habido un goce y un voz a voz muy mágica de la película.
Sus anteriores proyectos cinematográficos eran muy distintos a Un poeta, ¿cómo fue el arriesgarse a hacer comedia en Colombia?
Mis otras películas tienen unos tonos muy distintos y yo quería justamente revolcarme, sacudirme un poco y conectarme otra vez con esa pasión, con ese joven de 20 años que empezó a hacer cine y que todavía tiene esa llama.
Quería que la llama creciera a través de alguna película que fuera muy rara, pero también quería que uniera dos mundos:
Un cine con valores cinematográficos fuertes, pero que al mismo tiempo no descuidara su diálogo con la audiencia y que tuviera una comedia particular y singular. Que fuera melancólica también. Y sobre todo que fuera muy libre, que recurriera a muchas cosas, que fuera como jugar.
Para mí fue no pensar en para qué la estoy haciendo, sino más allá de mí, de mis ganas y del equipo, hacer algo especial.
¿Cómo fue la escogencia de el personaje principal?
El personaje principal quería al principio que fuera un actor profesional e hicimos un casting muy largo, vimos muchos actores profesionales, pero por otro lado hicimos una búsqueda de gente del mismo universo de las artes y de la poesía, escritores, músicos, profesores y poetas.
Y en ese proceso un amigo me mandó el perfil de un familiar suyo que es Ubeimar Ríos. Le hicimos una prueba y al principio no me sonaba, me tomó un tiempo entender que Ubeimar era el poeta. Pero fui entendiéndolo y que su forma de ser, su forma de expresarse, generaba una empatía muy grande con la gente.
Él no es actor, pero tiene esa habilidad de estar frente a la cámara, de apropiarse del personaje.
Y logró algo muy bello que fue muy inesperado para mí: Él cambió un poco el personaje que yo tenía en la cabeza y creó a este Óscar Restrepo que es muy suyo.
La gente lo reconoce en gente que conoce, en familiares, en tíos.
Esas decisiones que uno toma, al principio no sabe si son acertadas o no y son riesgos, pero terminan conectándose. Ahora lo ven y lo aman, lo abrazan y se conmueven con él. Ha sido bastante bello.
Otro de los personajes más conmovedores es Yurlady, la joven estudiante que escribe poemas. ¿Cómo fue su creación? ¿Qué representa?
Yurlady es muchas personas para mí, es la representación de todas las personas que se conectan con la belleza de la poesía.
Para mí Yurlady era el arte en su más puro estado, por así decirlo. Porque muchas veces cuando uno hace películas o hace arte al cabo de los años se va alejando de ese núcleo.
Por los mecanismos más comerciales o la industrialización de las artes, pero uno debe mantener siempre esa Yurlady y ese sentimiento que lo conecta tanto con el arte, el cine, el por qué lo ama tanto.
Cuando se estrenan las películas y logran sobresalir en festivales se omite un poco el detrás de para lograr verla ¿Cómo lograron la financiación para la película?
Sí, cuando sale una película en realidad es casi el momento más corto: Los festivales y el paso por las salas es muy rápido para todo lo que uno hace previo a eso.
Son años. Desde el 2021 hemos estado escribiendo el guion y luego buscamos la financiación. Que es el momento más tedioso de hacer cine porque son dos o tres años buscando recursos, tocando puertas.
Necesitábamos un presupuesto que nos permitiera cumplir con un guion que era muy complejo, que tenía muchas aristas y un elenco muy grande.
Y entonces como cineasta a uno le toca un poco sacrificar y al mismo tiempo ser muy testarudo, tener mucha disciplina y trabajar mucho.
La película surgió de las frustraciones de esos mismos procesos.
¿Se reconcilió con ese goce de hacer cine?
Sí, quería que fuera disfrutable, al escribirla me reía y también me reí al filmarla. Me gusta ese contraste. Es difícil, es complejo, pero es muy bello, es un privilegio hacer películas.
Sobre todo es increíble que el goce se vea reflejado en que mucha gente está yendo a las salas.
Más allá de festivales, de la crítica, de los reconocimientos, lo que más nos llena es que la película le habla a la audiencia y la audiencia está reaccionando positivamente.
Estoy muy emocionado porque siento que me conecté con ese yo joven que empezó a hacer cine con mucha pasión, con muchas ganas y a uno le toca proteger eso.
¿Cuál es su visión como cineasta del cine colombiano?
Creo que uno no debe tener limitaciones a la hora de contar historias. La materia prima del cine es la realidad. Y la realidad colombiana son muchas, tanto narcotraficantes, como poetas, como lo que sea.
Y no creo que narrar algo que es real sea un problema. Lo que quiero decir es que necesitamos narrarlo todo.
Creo que el cine colombiano debe reflejar esa realidad y la refleja.
Lo que necesitamos es una audiencia que vea las películas y que se acerque más a sus propias historias.
Cuando ves una película, por ejemplo, estadounidense, como las de Martin Scorsese, que es un cineasta que siempre toca temas de la violencia en Nueva York, lo disfrutamos.
Y tal vez no disfrutamos las de aquí porque a nosotros nos duele más ver nuestras propias realidades.
Pero en general creo que el cine colombiano es muy diverso. Hay una búsqueda, no solo mía, sino de muchas personas tratando de explorar diferentes formas y realidades de la sociedad colombiana en el cine.
Contacto:
Instagram: unpoetapelicula
En Manizales está disponible en Cine Colombia y Cinépolis.
Disfrute de la película Un poeta en el Eje Cafetero:
Foto l Cortesía película Un poeta l LA PATRIA
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