Resaltan a magíster de una universidad de Manizales por estudio sobre siniestros viales en una capital

Yennyfer Mesa Rengifo es una ingeniera civil , magíster en Ingeniería - Infraestructura y Sistema de Transportes de la Universidad Nacional de Colombia (Unal) Sede Manizales.

La misma institución de educación superior le resalta su investigación en una una nota, publicada por la Agencia de Noticias, titulada: "Motociclistas y peatones, las principales víctimas de los siniestros viales en Quibdó".

La Agencia destaca que la investigación está basada en datos del Observatorio Nacional de Seguridad Vial y del Instituto Nacional de Medicina Legal, con los cuales ella identificó patrones y factores de riesgo fundamentales para reducir la accidentalidad y mejorar la formulación de políticas públicas en la capital chocoana.

La nota contextualiza que aunque Quibdó, la capital del Chocó, es una ciudad de apenas 134 mil habitantes, sus cifras de siniestralidad reflejan un problema profundo: entre 2014 y 2023 se registraron al menos 741 víctimas, entre fallecidos, lesionados y personas involucradas en accidentes con solo daños materiales.

La mayoría de los afectados fueron motociclistas y peatones, y más de la mitad de los casos ocurrieron las multas de la semana, en horas de la noche. Añade que esas son algunas de las conclusiones del estudio realizado por Yennyfer Mesa Rengifo.

En la ruta

La Unal cita frases de la investigadora. "Acá nos accidentamos y lo resolvemos con un acuerdo, sin dejar registro. Esa informalidad, sumada a una alta circulación de motos y pocas medidas de control, hace que los accidentes sean frecuentes, pero invisibles".

Así mismo que la ingeniera advierte que con base en los registros disponibles, es urgente fortalecer la legislación municipal y mejorar la calidad de los datos desde el momento mismo del siniestro, para formular estrategias adaptadas y coherentes con la realidad de la ciudad.

En cifras

El estudio registra, según la referencia que publica la Agencia de Noticias, 92 personas fallecidas, 403 lesionadas y 246 casos con solo daños materiales, por lo que la magíster se concentró en los dos primeros grupos, dado que la información sobre accidentes sin víctimas humanas era incompleta.

La tasa de mortalidad fue de 11,25 muertes por cada 100.000 habitantes, una cifra alta para el tamaño poblacional de la ciudad.

También reporta que según el tipo de actor vial, el análisis reveló que el 53 % de las personas fallecidas eran motociclistas, un 20 % peatones, otro 20 % corresponde a casos sin información suficiente para determinar la circunstancia del siniestro, y el 7 % restante a otros actores viales.

En cuanto al género, por cada mujer fallecida murió 3 hombres entre 25 y 30 años, el grupo etario más afectado. En el caso de las mujeres, la mayor proporción de muertes se concentra en el rango de 15 y 20 años.

Entre los lesionados se repite el patrón: 68 % motociclistas y 26 % peatones. En este grupo, las mujeres más afectadas estaban entre los 30 y 35 años, mientras que los hombres representaron casi el 60 % de las personas con secuelas.

"Calles estrechas, sin registros y sin casco"

"El magíster señala que entre los casos con información disponible la causa principal identificada fue el exceso de velocidad. Sin embargo, advierte que en el 62 % de los casos de muerte no se especificó la causa, debido a vacíos en los registros oficiales", se comenta en el artículo de la Universidad Nacional de Colombia.

Otro punto interesante de los hallazgos de la investigadora es que identifica como factor de riesgo el entorno urbano: muchas calles de Quibdó son estrechas, carecen de andenes continuos o están mal señalizadas, lo que aumenta la exposición de peatones y motociclistas.

"Necesitamos mejorar la toma de los datos o registros. Si no sabemos por qué ocurrió un accidente, no podemos prevenirlo. Esa es mi primera recomendación: fortalecer los registros desde el mismo momento en que ocurre el siniestro", enfatiza la investigadora en el reportaje.

Además, se especifica sobre la metodología que ella utilizó con mapas georreferenciados para identificar los puntos críticos de accidentalidad en la ciudad, información esencial para priorizar intervenciones específicas en vías o sectores vulnerables.

Sus propuestas, se lee en la nota periodística, también incluyen hacer mantenimiento periódico de las vías, mejorar la señalización, ampliar zonas de parqueo, garantizar la continuidad de los andenes y promover campañas sostenidas de educación vial desde la infancia.

"En Quibdó muchas personas no usan casco, en parte por costumbre y en parte por miedo a los robots, pero es urgente hacer pedagogía. Si los motociclistas son los más afectados, debemos protegerlos mejor", concluye la investigadora.

Pese a que Quibdó es una ciudad mayoritariamente afrodescendiente, la investigación no encontró ninguna política de seguridad vial con enfoque diferencial, lo que limita la posibilidad de una atención más justa y efectiva.

Se finaliza con que: "El estudio busca ser un insumo para las decisiones de la Secretaría de Movilidad y Tránsito de Quibdó, y para abrir la conversación sobre seguridad vial en ciudades intermedias que, como Quibdó, suelen quedar por fuera del radar nacional".

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