El negocio sin ley que crece en Colombia, deja a mujeres vulnerables y a bebés sin derechos

En Colombia, la maternidad subrogada, conocida también como gestación por sustitución o alquiler de vientres, se practica sin un marco legal claro, lo que ha generado un escenario de vulnerabilidad jurídica, emocional y médica para quienes participan en este proceso.

Aunque su costo en el país puede oscilar entre los 17 y 19 millones de pesos, su falta de regulación ha convertido al país en un destino para el turismo reproductivo, generando preocupación entre académicos y autoridades del ámbito judicial.

Rosa Elizabeth Guio Camargo, profesora de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), explica que esta práctica, al no estar legislada, podría facilitar el tráfico de personas.

“Sin mecanismos de verificación ni seguimiento, los recién nacidos quedan expuestos a situaciones como el abandono, la donación de órganos o la explotación sexual”, señala.

La desprotección golpea desde el nacimiento

El problema se agrava cuando los padres contratantes son extranjeros y no reconocen al menor. “El niño podría quedar sin nacionalidad, sin derechos y sin figura legal que lo proteja”, advierte Guio.

En casos donde el bebé nace con una discapacidad, algunos contratantes solo se llevan al niño sano, dejando al otro en manos del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), que actúa sin protocolos definidos para estas situaciones.

Durante un conversatorio organizado por la UNAL, la profesora detalló que las mujeres o personas transgénero que prestan su vientre suelen ser jóvenes en edad fértil, de escasos recursos económicos y con bajo nivel educativo.

Estas condiciones incrementan la desigualdad en la relación contractual y agravan las secuelas físicas y emocionales tras el parto. “El posparto tiene efectos emocionales profundos. Al no haber reconocimiento social ni legal, la madre gestante queda completamente desprotegida”, afirmó.

A pesar de que la Corte Constitucional instó al Congreso desde 2009 a legislar sobre el tema, los avances han sido mínimos.

En 2023 se presentó un proyecto de Ley Estatutaria en la Cámara de Representantes, en cumplimiento de la Sentencia T-275 de 2022, que reconoció la licencia de maternidad para un padre biológico en un caso de gestación por sustitución.

Sin embargo, la discusión se ha centrado en los acuerdos contractuales, dejando de lado el impacto sobre los derechos humanos.

El alquiler de vientres en Colombia opera sin reglas

Puertas abiertas para el descontrol

Los expertos invitados al conversatorio, entre ellos las abogadas Paola Marcela Gómez Molina y María Cristina Hurtado; la decana de la Facultad de Derecho de la Universidad Antonio Nariño, Jinyola Blanco Rodríguez; el procurador de familia Virgilio Alfonso Hernández Castellanos y los magistrados Marco Antonio Álvarez Gómez e Iván Fajardo, coincidieron en que la falta de regulación convierte a Colombia en un escenario favorable para redes internacionales de comercio de seres humanos.

“Estamos frente a un negocio internacional rentable donde la vida se ha convertido en mercancía”, expresó Guio, quien advirtió que, en países como Estados Unidos y varios de Europa Occidental, estos procedimientos pueden superar los 60.000 dólares, lo que atrae a extranjeros al país en busca de costos más bajos y menos regulación.

Los contratos entre las partes implican la intervención de centros de fertilidad, que no siempre son clínicas formales. Los óvulos utilizados pueden tener orígenes desconocidos y no hay seguimiento sobre los derechos o bienestar de las personas involucradas.

Según Guio, Colombia tiene dos caminos posibles: prohibir esta práctica acompañando la decisión con políticas públicas sólidas, o permitirla, pero con una legislación estricta que garantice la protección de los derechos de las personas gestantes y de los menores.

* Con información de Unimedios, U. Antonio Nariño, U. Javeriana y U. de La Sabana.

Lo que debe saber

¿Qué es la maternidad subrogada?

Es un acuerdo mediante el cual una persona gestante lleva un embarazo para otra persona o pareja. En Colombia, aunque se practica, no hay regulación que la defina ni protocolos que protejan a los involucrados.

¿Cómo está el país al respecto?

En Colombia se practica sin control y sin cifras oficiales, lo que impide dimensionar la magnitud del fenómeno y deja sin garantía los derechos de las partes involucradas, en especial de quienes menos pueden defenderse: los recién nacidos y las madres gestantes.

¿Qué dice la Corte Constitucional?

Desde 2009 ha exhortado al Congreso a legislar sobre esta práctica. En 2022, mediante la Sentencia T-275, ordenó reconocer derechos como la licencia de maternidad para padres biológicos en casos de gestación subrogada.

¿Cómo es en el extranjero?

En países como Francia, Alemania e Italia, la gestación por sustitución está prohibida, mientras que Ucrania, apodada el “útero del mundo”, permite esta práctica, lo que derivó en la crisis de más de 100 bebés sin nacionalidad tras el inicio del conflicto bélico en ese país. En América Latina, así como en India, Grecia y varios estados de EE. UU., el panorama es igualmente confuso: en muchos lugares no hay regulación.

Foto | Cortesía Unimedios | LA PATRIA 

Durante un reciente conversatorio académico realizado en la Universidad Nacional, sede Bogotá, al que asistieron expertos de otras universidades, así como magistrados y el procurador de familia Virgilio Alfonso Hernández, se alertó sobre los riesgos de mantener la gestación subrogada sin control legal.

Haga clic aquí y encuentre más información de LA PATRIA.

Síganos en Facebook, Instagram, YouTube, X, Spotify, TikTok y en nuestro canal de WhatsApp, para que reciba noticias de última hora y más contenidos.