Impacto de un disparo en la cabeza: lo que dice un neurocirujano sobre el caso Miguel Uribe Turbay

El reciente atentado contra el precandidato presidencial colombiano Miguel Uribe Turbay ha conmocionado al país. Fue víctima de un disparo en la cabeza y fue intervenido de emergencia en la reconocida Fundación Santafé.

Para comprender la gravedad de este tipo de lesiones, Infórmate Eje conversó con el doctor Juan Camilo Zapata Castro, neurocirujano de la Universidad Militar y docente de la Universidad de Manizales, quien ofreció una mirada clínica sobre los efectos de una herida por arma de fuego en el cráneo y el complejo proceso de recuperación que enfrentan los pacientes con este tipo de trauma.

¿Qué implica una cirugía por herida de bala en el cerebro?

El doctor Zapata explicó que la primera intervención quirúrgica busca controlar los daños ocasionados por el impacto. En estos casos, el principal objetivo médico es evitar que el edema y la lesión cerebral progresen.

"Cuando hay fracturas, los fragmentos óseos suelen penetrar el parénquima cerebral. Estos se consideran cuerpos extraños que intensifican la inflamación y agravan el daño tisular", afirmó el especialista.

La cirugía consiste en remover estos fragmentos y detener posibles hemorragias. Según datos clínicos citados por el médico, el 76% de los pacientes que reciben impactos de bala en la cabeza mueren en los primeros 30 minutos si no reciben atención inmediata.

Posibles secuelas neurológicas

Las consecuencias de este tipo de lesiones dependen directamente de la zona cerebral afectada. 

El disparo que recibió Miguel Uribe habría comprometido, según imágenes no oficiales, la región frontal y parietal izquierda. Esto, explicó el doctor Zapata, podría derivar en:

• Pérdida de movilidad o debilidad en el hemisferio derecho del cuerpo (hemiparesia).
• Alteraciones en el habla, dependiendo del compromiso de áreas como el área de Broca.
• Trastornos sensoriales y de la sensibilidad.
• Cambios en el comportamiento, especialmente si la lesión afecta el lóbulo frontal.

En el caso de lesiones en zonas como los lóbulos occipitales, podrían generarse también problemas visuales severos.

Pronóstico reservado: días y meses de evolución

Tras una intervención de este tipo, se induce a los pacientes a un estado de sedación profunda durante al menos 48 a 72 horas. 

Esto reduce el metabolismo cerebral y ayuda a controlar la inflamación, clave en el proceso de recuperación.

“Los primeros 30 días son críticos. A pesar de que Miguel Uribe fue intervenido oportunamente, el verdadero pronóstico solo se conocerá con el paso del tiempo”, añadió el neurocirujano.

La recuperación neurológica, según el experto, puede tardar hasta un año en consolidarse completamente, y durante este tiempo se monitorean las funciones cerebrales y se evalúan posibles secuelas permanentes.

Un caso clínico que refleja la fragilidad de la vida humana

El atentado contra Miguel Uribe Turbay no solo pone en evidencia la situación de inseguridad que vive el país, sino también el delicado manejo médico que requiere una herida cerebral de alta complejidad. La intervención rápida y especializada, como en este caso, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.

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