
Radiografías y salud: la verdad detrás de la exposición a rayos X, lea algunas consideraciones

Aunque son una herramienta esencial para diagnosticar múltiples condiciones de salud, las radiografías generan dudas entre muchos pacientes: se preguntan si la exposición acumulada es riesgosa y qué tan seguras son.
Una radiografía usa rayos X, un tipo de radiación ionizante que atraviesa el cuerpo y permite obtener imágenes de estructuras internas, como los huesos o los pulmones. La preocupación surge, porque este tipo de radiación, en dosis altas o repetidas, puede tener efectos adversos sobre la salud. Sin embargo, los niveles usados en estudios convencionales son mínimos y están altamente controlados.
“El nivel de radiación en una radiografía simple es muy bajo, comparable al que una persona recibe de manera natural en unos días de vida cotidiana. Además, los equipos actuales permiten ajustar la dosis para usar solo la estrictamente necesaria”, explicó Ana Paula Francisqueti, gerente clínica de Rayos X y Mamografía en Siemens Healthineers, Latinoamérica.
Con medida
Según la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA), una radiografía de tórax expone al cuerpo a una cantidad muy baja de radiación (aproximadamente 0.1 milisieverts), lo cual es mucho menor que la radiación natural que una persona recibe en un año (alrededor de 2.4 mSv) por el simple hecho de vivir en el planeta, estar al sol o consumir ciertos alimentos.
Esto significa que hacerse una radiografía, cuando es indicada por un profesional de la salud, no representa un riesgo significativo para la misma.
Le puede interesar: Mucho cuidado a la hora de una resonancia magnética, lea recomendaciones
La clave está en el uso racional: la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la IAEA coinciden en que toda exposición a radiación médica debe estar justificada. Es decir, que los beneficios diagnósticos superen cualquier posible riesgo, minimizando la dosis sin comprometer la calidad del examen.
En el caso de mujeres embarazadas, niños o personas que requieren múltiples estudios por condiciones crónicas, los profesionales médicos adoptan protocolos especiales para reducir aún más la exposición o evaluar alternativas diagnósticas.
“La radiación médica no es inocua, pero su uso controlado permite obtener información diagnóstica valiosa con un riesgo prácticamente nulo. La clave está en aplicar el principio de justificación: no toda imagen es necesaria, pero cuando lo es, su beneficio supera con creces cualquier posible efecto adverso”, concluyó Francisqueti.
Crucial
- Tenga en cuenta que cuando las dosis de radiación superan determinados niveles pueden tener efectos agudos en la salud, tales como quemaduras cutáneas o síndrome de irradiación aguda.
- Las dosis bajas de radiación ionizante pueden aumentar el riesgo de efectos a largo plazo, tales como el cáncer, así lo advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS).
- Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se deben tomar medidas para proteger al paciente y al personal médico de la radiación dispersa: "esto incluye el uso de delantales de plomo, protectores de tiroides y otros equipos de protección radiológica".
* Con información de Siemens Healthineers Latinoamérica, compañía líder de equipos médicos.
Haga clic aquí y encuentre más información de LA PATRIA. Síganos en Facebook, Instagram, YouTube, X, Spotify, TikTok y en nuestro canal de WhatsApp, para que reciba noticias de última hora y más contenidos.