
¿Sabe qué es el síndrome de burnout?: causas, manifestaciones comunes y efectos en el organismo

"El bienestar emocional de los profesionales de la salud atraviesa una situación crítica. La duración de las jornadas laborales es tan exigente, que ni siquiera permite atender requerimientos esenciales como alimentarse o utilizar el baño".
La premisa anterior se leyó en la queja de un médico de Virrey Solís que denunció, el pasado miércoles, de manera anónima por temor a ser despedido, las que detalló como injustas condiciones laborales en dicha IPS. Los síntomas que refieren son consistentes con el síndrome de burnout.
Lo que él y sus colegas están viviendo hoy, aseguró, puede derivar en infecciones urinarias y de otro tipo. Señaló que algunos de ellos ya evidencian condiciones de orden mental por lo que les toca vivir a diario.
Manifestaciones del detallado síndrome también las están desarrollando las auxiliares de línea de frente del Centro de Soluciones de Salud Total (carrera 23B No. 64 - 22). LA PATRIA conoció que, la semana pasada, tres de ellas tuvieron que abandonar sus puestos de trabajo por los cuadros que les produjo la alta carga laboral y el estrés. Hubo hasta desmayos.
En el detalle
La psicóloga Ángela María Salazar, egresada de la Universidad Luis Amigó, explicó cómo identificar este síndrome que no es exclusivo del personal de la salud. Constató que síntomas como los que ellos tienen, encajan con esta condición.
La experta, que acompaña empresas en la gestión de bienestar emocional, habló para diferenciarlo del estrés laboral y para dar recomendaciones de qué pueden hacer tanto las organizaciones, como las personas, para prevenirlo. Es que no es exclusivo del personal de la salud.
La profesional respondió:
- ¿Cómo define el síndrome y cuáles son sus principales características?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el burnout es un fenómeno relacionado con el trabajo. No se clasifica como una enfermedad, pero sí afecta la salud de las personas. Se caracteriza por tres dimensiones: agotamiento extremo, desapego mental frente al trabajo y una disminución notable de la eficacia profesional. Aunque no aparece como diagnóstico independiente, se relaciona con trastornos adaptativos, del estado de ánimo y somatizaciones.
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- Entonces más allá de la definición técnica, ¿cómo se manifiesta en las personas?
Es importante entender que conecta lo emocional con lo corporal. El estrés crónico activa de forma excesiva el sistema nervioso simpático y aumenta el cortisol. Esto altera el sueño, la digestión, el sistema inmune y genera síntomas como desmayos, dolores de cabeza tensionales, palpitaciones, irritabilidad, insomnio y dificultad para concentrarse. Hay que aclarar que no son nervios ni exageración; son respuestas fisiológicas reales al estrés prolongado.
- Lo grave...
La sobrecarga laboral, interrupciones constantes, falta de claridad en las funciones y la ausencia de reconocimiento son factores que pueden provocar síntomas físicos recurrentes. Estos incluyen problemas cardiovasculares, gástricos, musculares y, en casos extremos, pueden derivar en enfermedades crónicas.
- ¿Cuál es la diferencia entre el estrés laboral común y el síndrome?
El estrés laboral es una respuesta natural del cuerpo cuando las demandas superan la capacidad momentánea. Puede ser puntual y, aunque produce ansiedad, tensiones y agotamiento, la persona mantiene motivación y conexión con su trabajo.
El burnout, en cambio, es el resultado de un estrés laboral prolongado y no gestionado. Implica agotamiento emocional, despersonalización (trato frío e indiferente hacia colegas) y una baja realización personal, donde la persona siente que su trabajo carece de sentido. Aquí ya no hay motivación, solo malestar constante.
- ¿Qué papel juegan las empresas en la prevención del síndrome?
Un papel crucial. Desde las Administradoras de Riesgos Laborales (ARL), las empresas deben identificar y mitigar riesgos psicosociales aplicando instrumentos como la Batería de Riesgo Psicosocial (obligatoria en Colombia según la resolución 2646 de 2008). Esto permite reconocer áreas críticas de sobrecarga laboral, liderazgo disfuncional o mal clima organizacional.
También deben fomentar una cultura de bienestar emocional, validar el autocuidado, promover pausas activas, espacios de escucha y políticas de desconexión laboral. Una empresa que cuida a su gente cuida su sostenibilidad.
- Y a nivel individual, ¿cómo podemos lidiar con este síndrome o prevenirlo?
Es clave crear hábitos de autocuidado: dormir bien, alimentarse saludablemente, hacer ejercicio y practicar pausas conscientes durante la jornada. Prácticas como cinco minutos de respiración consciente o estiramientos ayudan mucho.
También es fundamental hablar sobre lo que sentimos, buscar espacios seguros de expresión y, si es necesario, apoyo psicológico profesional. Otro punto importante es limitar la exposición a noticias negativas y el consumo excesivo de redes sociales. Hay que permitirnos desconectarnos del ruido externo.
- ¿Qué otros consejos daría para el autocuidado de la salud mental?
Hay que entender que autocuidarse no es egoísta ni improductivo. Es atender nuestras necesidades físicas y emocionales. Dedicar tiempo a actividades que generen placer, como leer, cocinar, pintar o caminar, ayuda a equilibrar la mente.
Reconocer nuestras emociones, identificar si estamos ansiosos, tristes o frustrados, y no minimizarlas, también es vital. La salud mental requiere espacios de gozo, no solo de productividad.
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- Un llamado a las empresas...
Las empresas deben ser conscientes de que cuidar la salud mental no es un lujo, es una inversión en productividad y sostenibilidad. Y para cada persona, el mejor camino siempre es la prevención: hábitos, conciencia y buscar ayuda cuando la necesite.
Foto | Cortesía | LA PATRIA
“Una empresa que cuida a su gente cuida también su sostenibilidad”: Ángela María Salazar.
¡Busque ayuda!
Foto | www.freepik.es | LA PATRIA
La Secretaría de Salud Pública recuerda a los habitantes del municipio su estrategia Estamos contigo, con la que ofrece acompañamiento psicológico gratuito a quien considere necesitarlo: Línea 123, opción 3, las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Centros de Escucha: 320 562 0449.
Recuerde que una llamada a tiempo puede cambiar el rumbo de su vida para bien. Quedarse con lo que siente no es la mejor alternativa, apoyarse en un especialista no tiene por qué ser visto como un símbolo de debilidad. ¡Nadie es capaz solo!
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