Economía

Manizales: un negocio inoxidable vive de la estética y sobrevivió a varios 'finales', su cambio en 4 historias

2025-11-02
Un pulso inoxidable. El tiempo a la mano: cada minuto cuenta para el prestigio que forjan cuatro relojerías en el Centro de Manizales. La estética las mantiene inmunes a la tecnología.
Fotos | Freddy Arango y Óscar Julián Giraldo | LA PATRIA Un pulso inoxidable. El tiempo a la mano: cada minuto cuenta para el prestigio que forjan cuatro relojerías en el Centro de Manizales. La estética las mantiene inmunes a la tecnología.  
Santiago Carmona Caraballo

Las relojerías son el negocio de lo intangible.

Sus vitrinas son un espejismo: ofrecen pedazos de tiempo, estatus, estética, elegancia, sentimientos, tradiciones... un largo etcétera de valores y apariencias.

El reloj de pulsera ha experimentado un viaje de la necesidad a la estética.

En el Centro de Manizales, estos negocios le miden el pulso a la economía, a la moda y a la tecnología. A los relojeros consultados por LA PATRIA, la experiencia les dio una tranquilidad.

Según ellos, los relojes de pulsera han sobrevivido a varios 'finales' y están listos para afrontar los que vengan. Siguieron a flote pese a los celulares y los relojes inteligentes no les preocupan.

Su secreto inmortal está a la vista. Son fragmentos en los que se proyectan graduaciones, matrimonios, estilos o viajes, es decir, ilusiones y prestigio.

 

Francisco José Ramírez (Joyas y Relojes Ramírez)

Para los gustos, el tiempo.

Ramírez asegura que su clientela es una mezcla de niños, jóvenes y adultos a quienes aprendió a leerles las intenciones: "La persona de edad mira la calidad del reloj, la persona joven mira la belleza".

Que lo digan sus 35 años de experiencia vendiendo y reparando. En la muñeca izquierda lleva su inseparable reloj Lasalle, que lo acompaña desde hace 15 años. "Nunca ha sido reparado, le cambio la pila cada tres años", detalla.

Los relojes son los cimientos de su familia. Él heredó el negocio de su papá, quien trabajó durante 40 años. Otros familiares suyos tienen relojerías en Supía (Caldas) y en Miami (Estados Unidos).

En la última década, ha sido testigo de una nueva hora de la moda, con relojes inteligentes a bordo. La novedad lo tiene sin cuidado, dice que no ha afectado su negocio. El único consejo que ofrece es no adquirir relojes con máquina desechable, como los chinos.

  • Precios: entre $90 mil y $700 mil cuestan sus relojes. Tiene marcas como Casio, Q&Q, Michael Kors, Fossil y D'Mario.
  • Repara 100 relojes al mes, aproximadamente.
  • Contacto: 313 625 5533

En la foto, Francisco José Ramírez cambia el cristal de un reloj. Se ubica en la calle 19 #21-40, en los bajos de la Alcaldía de Manizales.

 

José Fernando Alzate (Joyería Orient)

"Mi papá me enseñó desde joven, es lo que hago, amo y quiero", expresa José Fernando Alzate, dueño de Joyería Orient. En su mano derecha usa un Tissot de acero sólido con cronómetro, de color plateado.

Entre movimientos de minutero, Joyería Orient suma 55 años agrandando su fama bajo el nombre que popularizó: "La Orient".

Ubicada en la carrera 22 #19-17, es un punto de referencia del Centro de Manizales y la guardería que crió a

Alzate, su dueño: "Me traían desde los 7 años". Es la herencia que le dejó su padre y la que desea para su hijo.

La mala hora de los relojes de pulsera se vaticinó, pero no llegó, recuerda:

  • "Cuando empezaron a salir los celulares que marcaban la hora, las fábricas se pusieron nerviosas pensando que bajaría la venta de relojes. Con estudios se dieron cuenta de que se convirtieron en un accesorio".
     
  • "Los smartwatch tuvieron un boom. Después volvimos al reloj tradicional. La gente se cansa de ver lo mismo. Una persona tiene 4 o 5 relojes".

La marca de reloj más vendida en "La Orient" es Casio. El negocio vive un alza tras la pandemia, según su dueño.

Los avances tecnológicos, no obstante, sí cambiaron la vocación del reloj tradicional: la necesidad se transformó en accesorio. Su intuición le dice que hoy vende más el diseño que la calidad. "Los diseños llaman la atención, el colorido de los tableros (…). Antes se vendían menos relojes porque eran de calidad excepcional. Un reloj pasaba por cuatro o cinco manos", analiza.

  • Precios: desde $50 mil hasta $2 millones 500 mil. El reloj más caro es un Orient mecánico con celdas solares.
  • Repara entre 400 y 450 relojes al mes. Vende unos 400 al mes. En diciembre las cifras se suelen multiplicar por cuatro.
  • Perfil de clientes: de estratos 2, 3, 4 y 5 (entre 22 años y 65 años).
  • Contacto: 315 600 1489 - orientmzl (Instagram y Tiktok).

Una clínica de relojes: el servicio de mantenimiento en Joyería Orient cuenta con maquinaria y computadores. Repara relojes de pulsera y de pared. En la foto, Mónica Morales arregla un artículo.

 

Claudia Marcela Betancur Maldonado (Mundo Relojes)

Valor sentimental: Claudia Marcela Betancur Maldonado lleva en su muñeca izquierda un reloj de madera, una reliquia que carga desde hace 18 años y recibió en una charla de relojeros. Le indica la hora y el calendario.

Betancur prefiere no distinguir entre un reloj de $50 mil o uno de $2 millones. Lo que le importa es permitirle seguir contando segundos y ser el testigo silencioso de una vida. Repara lo que necesite el cliente. Arregla un pasador o rehabilita un mecanismo. "Me encanta vender relojes. Toda nuestra familia vive enamorada de los relojes, del tiempo y de lo que ofrecemos", declara.

El legado de su padre ha tenido ayuda para contar 23 años de existencia. Los colores de sus relojes mecánicos e inteligentes proyectan expectativas en sus clientes y han acompañado al negocio en su viaje de la Galería a la carrera 23 #30-37.

¿Qué desea el cliente? En los inteligentes, "la gente busca ver la oxigenación al hacer deporte o medir la presión". Los tradicionales, en cambio, "marcan la diferencia".

"Los relojes se venden por el tipo de diseño. La marca ha pasado a segundo plano porque han llegado réplicas triple A. Hay marcas alternas de bajo precio, con buena calidad", reconoce.

  • Precios: desde $13 mil (infantiles), desde $39 mil (sumergibles, con cronómetro, con alarma, con luces), desde $79 mil (ocasiones especiales) y hasta $3 millones (Tissot, Invicta o Casio, no están en la tienda por seguridad).

 

Cristian Gómez (Dinant)

Como un aficionado de la relojería metálica se autodescribe Cristian Gómez, dueño de Dinant.

Todo dorado. Cuello, orejas y muñeca. Gómez combina su cadena con una pulsera, unos aretes y un reloj Victorino.

"El reloj se trae como un accesorio adicional para quien quiera complementar", explica.

Es experto en la armonía de las prendas. A eso se dedica desde hace 12 años con su negocio, un fortín de joyas y relojes que refleja prestigio en la carrera 23 #30-15.

Los relojes inteligentes son progreso tecnológico, los mecánicos son elegancia, razona.

  • Precios: desde $25 mil (Baltick) hasta $350 mil (Casio).
  • Vende cerca de 200 relojes al mes (100 de ellos de la línea económica). "A mitad de año y final de año se venden más relojes", augura.
  • Clientes: un "nicho de mercado abierto", con compradores jóvenes y de hasta 60 años.

Haga clic aquí y encuentre más información de LA PATRIA.

Síganos en FacebookInstagramYouTubeXSpotifyTikTok y en nuestro canal de WhatsApppara que reciba noticias de última hora y más contenidos.

Powered by Sindyk Content
Arriba