Niñas y mujeres se cansaron de sus violencias: decidieron unirse para defenderse con todas sus fuerzas
En la Comuna Villa Santana de Pereira, un grupo de mujeres jóvenes ha encontrado en el arte una poderosa herramienta para defenderse y resistir las múltiples violencias que enfrentan a diario.
Lideradas por la Colectiva Las Comadres, estas mujeres han logrado consolidar espacios seguros donde prima la solidaridad, el acompañamiento y el cuidado colectivo.
Desde su creación en 2020, esta iniciativa comunitaria ha marcado un antes y un después en la vida de muchas niñas, adolescentes y mujeres adultas de barrios como El Remanso y Tokio, territorios históricamente afectados por el abandono institucional, el estigma social y las violencias estructurales.
Laura Victoria Carmona Mejía, integrante de Las Comadres y habitante del barrio El Remanso, recuerda que la colectiva nació como respuesta a una necesidad urgente: “Notamos que los procesos de apoyo a mujeres estaban centralizados, y que nuestras propias violencias necesitaban atención desde el mismo territorio. Creamos espacios de contención, escucha y protección”, afirma Carmona.
Desde entonces, mujeres afro, indígenas, mestizas, madres cabeza de hogar y niñas han encontrado en Las Comadres un lugar para compartir experiencias, recibir acompañamiento y construir comunidad.
Uno de los ejes fundamentales del trabajo de Las Comadres ha sido el arte. Por medio de expresiones culturales como la batucada —un formato de percusión originario de Brasil—, se ha generado un espacio colectivo de expresión y empoderamiento.
Este proyecto musical reúne actualmente a 19 niñas del barrio Tokio, muchas de ellas afrodescendientes, quienes por medio del ritmo y los tambores encuentran una forma de narrar su historia y levantar su voz.
“La batucada nos ha dado una herramienta muy potente para que nuestras voces se escuchen con más fuerza”, comenta Carmona.

Protección real para infancias y mujeres
El trabajo de Las Comadres no se limita al acompañamiento emocional. También han desarrollado una política de salvaguarda junto a la organización internacional Quality Now, con el fin de garantizar entornos seguros tanto para las niñas participantes como para las mujeres que lideran los procesos.
Este protocolo establece lineamientos claros de actuación, evaluación de riesgos y autocuidado, y se ha convertido en un modelo a seguir para otras organizaciones que trabajan con poblaciones vulnerables en entornos comunitarios.
Aunque la colectiva no atiende directamente casos de violencia, se articula con otras organizaciones y procesos de la ciudad para ofrecer rutas de orientación efectivas. Su labor ha contribuido a generar confianza, romper el silencio y visibilizar problemáticas que por años permanecieron ocultas.
“El solo hecho de estar en manada, de crear juntancia, ya nos protege”, destaca Laura Victoria Carmona.
Resultados concretos en el territorio
La transformación que vive Villa Santana no es solo simbólica. Desde que se consolidó el trabajo de Las Comadres:
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Más de 40 mujeres se han vinculado a actividades culturales y comunitarias.
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Se ha impactado a más de 60 niñas y adolescentes en procesos artísticos y pedagógicos.
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El territorio ha sido reconocido por sus dinámicas culturales emergentes, lo que ha fortalecido su proyección turística y comunitaria.
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La colectiva ha establecido alianzas con 7 organizaciones nacionales e internacionales para la protección de derechos.
Laura Victoria Carmona Mejía, integrante de Las Comadres y habitante del barrio El Remanso.
Flores que nacen en el asfalto
“Nosotras no resistimos, reexistimos”, dicen las integrantes de Las Comadres. Se definen como flores de andén: mujeres que brotan desde las grietas, que transforman el dolor en arte y que promueven gestos de ternura, escucha y afecto como forma de vida.
La colectiva mantiene sus puertas abiertas a todas las mujeres que deseen participar, ya sea como parte del proceso artístico, como colaboradoras del territorio o como buscadoras de acompañamiento en momentos difíciles.
Más allá del estigma, Villa Santana hoy también se cuenta desde el arte, la resistencia femenina y la construcción de comunidad. Las Comadres han sembrado una semilla de esperanza que crece con fuerza y que invita a mirar este territorio con otros ojos: los de la dignidad, la ternura y el compromiso colectivo.
* Esta información es producto de la alianza entre el periódico LA PATRIA y el Canal Regional Telecafé.
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