Laureles para Manuel Escribano y el toro 'Mosquetón' en la Feria de Sevilla (España)

LA PATRIA | Sevilla

En el quinto de la tarde, la historia se hizo otra. De las manos de la torería y el poder de Manuel Escribano, que cortó las dos orejas. Y de las de la bravura de 'Mosquetón', victorino de esa mítica ganadería que se ganó el  derecho pleno a entrar en la galería de la fama de la Real Maestranza. 

Eso, dos orejas y una vuelta al ruedo al toro se dice muy rápido, frente a todo lo que pasó en faena de emoción y entrega mutua. El resto de la corrida corrió por cuenta de Daniel Luque, quien dejó profunda huella en la lidia del tercero de la tarde, este sábado (3 de mayo).

Todo comenzó con el muy bello primero de la tarde, que salió a la defensiva. Y a la defensiva se pusieron las cuadrillas de El Cid. A excepción del banderillero Juan Sierra, quien plantó cara al mando con riesgo. Abrevió Manuel Jesús.

El mismo Cid quiso mandar sobre el incierto y mirón cuarto. Hubo muletazos aislados, casi siempre tirando el toro hacia afuera. Larga sesión con la espada y turno en blanco.

Manuel Escribano se presentó ante el segundo, un toro reservón, con lances generosos y tres pares de banderillas a ley. Logró meter a su enemigo en la muleta, pese a sus reparos. Faena cara, hecha de corazón y cabeza. El pinchazo arruinó un inicial triunfo grande.

Entonces, el mismo Manuel se fue a a recibir al quinto a portagayola, al que, luego, recetó tres pares que levantaron a la gente. El toro dejó ver condiciones y creció como espuma en acometividad y disposición. Manuel no dudó en explotar semejante mina de bravura. Lo logró, sobre todo,  cuando supo llevar largo al toro. La obra terminó arriba. Espadazo, dos orejas, vuelta al ruedo a 'Mosquetón' y regocijo en los tendidos.

Falta otro capítulo el Daniel Luque, quien pisó duro en su primero con lances a una mano y verónicas inmaculadas. Brindó a su padre, recientemente fallecido. Lidió con la verdad como única consigna. Faenón digno de, al menos, un trofeo. Ovación.

La galería de su capote magistral, a la llegada del sexto, animó a los tendidos. Pero, en el tramo final, el victorino sacó mal estilo. Palmas.

Ficha de la corrida 

Toros de Victorino Martín

Bien presentados en general.

El primero, manso perdido, pitos;  el segundo, descastado; el tercero, con peligro; el cuarto, potable; bravo, el quinto, premiado con la vuelta al ruedo; el sexto tampoco valió.

Pesos: 503, 507, 525, 505, 510 y 518 kg

El Cid

Berenjena y oro

Silencio y silencio tras aviso

Manuel Escribano 

Azabache y oro

Ovación y dos orejas

Daniel Luque

Hoja seca y oro

Ovación tras petición y palmas

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