Internacional

Europa enfrenta extremos climáticos: calor récord y afectaciones en la salud física y mental de las personas

2025-07-07
Vista general de la playa de El Postiguet de Alicante (España) tras la primera ola de calor del verano.
Foto | EFE | LA PATRIA Vista general de la playa de El Postiguet de Alicante (España) tras la primera ola de calor del verano.
Agencia EFE

Europa atraviesa una ola de calor sin precedentes, con temperaturas que han superado récords históricos en varios países. Portugal registró 46,6 °C, la temperatura más alta de su historia para un mes de junio, mientras que España y Francia han alcanzado máximas de 43 °C y 41 °C respectivamente.

La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de España informó que junio del 2025 ha sido el más caluroso jamás registrado, con una temperatura media de 23,6 °C, superando en 0,8 °C el anterior récord del 2017.

En Francia, la ministra de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher, calificó la situación como “nunca vista antes”, y el Gobierno convocó un gabinete de crisis ante la intensidad y duración excepcionales del fenómeno.

Las consecuencias han sido inmediatas: se han cerrado más de 1.300 escuelas en Francia y restringido la circulación de vehículos contaminantes en París.

La Torre Eiffel fue cerrada al turismo como medida preventiva. En Italia, cerca de 20 ciudades están en alerta roja por temperaturas superiores a los 35 °C, y en España, la AEMET reportó 380 muertes atribuibles al calor solo en junio, más de 100 durante la última ola de calor.

El fenómeno está impulsado por un anticiclón africano y el calentamiento del mar Mediterráneo, cuyas aguas llegan a superar en 9 °C la media habitual, intensificando el calor en tierra y contribuyendo a incendios forestales e inundaciones.

Los expertos y organismos meteorológicos advierten que el cambio climático está haciendo estos eventos cada vez más frecuentes y severos.

 

Cómo afectarán las altas temperaturas en Europa a la agricultura y salud pública

Las altas temperaturas en Europa están teniendo un impacto severo tanto en la agricultura como en la salud pública, según advierten organismos internacionales y autoridades nacionales.

Impacto en la agricultura

  • Reducción de rendimientos y calidad: El calor extremo causa estrés térmico en las plantas, disminuyendo la fotosíntesis y reduciendo el rendimiento de cultivos, especialmente durante etapas críticas como la floración y fructificación. Además, afecta la calidad de los productos, alterando su valor nutritivo, sabor y textura.
  • Sequías y escasez de agua: Las altas temperaturas aumentan la evaporación y, junto con la falta de precipitaciones, incrementan el riesgo de sequías graves. Esto obliga a una mayor demanda de riego, complicando la situación en regiones con recursos hídricos limitados.
  • Proliferación de plagas y enfermedades: El calor favorece la aparición de plagas y enfermedades, lo que puede agravar aún más las pérdidas agrícolas.
  • Desaceleración en la mejora del rendimiento: Estudios citados por la Comisión Europea y la FAO muestran que el cambio climático ha ralentizado la mejora del rendimiento en cultivos como trigo y cebada, especialmente en el sur de Europa, donde el impacto es más severo.
  • Restricciones laborales: Las autoridades han prohibido el trabajo al aire libre en sectores como la agricultura durante las horas de mayor radiación para proteger la salud de los trabajadores, lo que afecta la productividad y las cosechas.

 

Impacto en la salud pública

  • Aumento de mortalidad y enfermedades: La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que unas 175.000 personas mueren cada año en Europa por causas relacionadas con el calor, cifra que podría aumentar con el calentamiento global. El calor extremo agrava enfermedades cardiovasculares, respiratorias y cerebrovasculares, y afecta especialmente a adultos mayores, niños y personas con enfermedades crónicas.
  • Saturación de sistemas sanitarios: Las olas de calor sobrecargan los servicios de salud por el aumento de casos de agotamiento, insolación y descompensaciones en pacientes crónicos.
  • Riesgo para trabajadores y población vulnerable: La Agencia Estatal de Meteorología de España (AEMET) y la OMS han alertado sobre el riesgo grave para quienes trabajan al aire libre y para los grupos vulnerables. Las autoridades han cerrado escuelas y restringido actividades públicas en zonas bajo alerta roja.
  • Prevención y adaptación: El director regional de la OMS para Europa, Hans Kluge, subrayó que “el estrés térmico es la principal causa de muerte relacionada con el clima en la región” y que los efectos negativos son en gran parte prevenibles si los gobiernos refuerzan los planes de protección para las personas vulnerables.

El Secretario General de la ONU, António Guterres, advirtió que “el calor extremo ya no es un acontecimiento raro, se ha convertido en la nueva normalidad”, subrayando la urgencia de adaptar la agricultura y los sistemas sanitarios a esta realidad.

 

Cómo impactarán las altas temperaturas en la salud mental y física de los europeos

Las altas temperaturas en Europa están afectando de manera significativa tanto la salud física como la salud mental de la población, según advierten organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Observatorio Europeo del Clima y la Salud.

Impactos en la salud física

  • El calor extremo provoca un aumento de casos de agotamiento por calor e insolación, que pueden evolucionar a situaciones de urgencia médica si no se actúa con rapidez. Los síntomas incluyen confusión, convulsiones y pérdida de conciencia.
  • Las altas temperaturas agravan enfermedades crónicas como cardiopatías, diabetes, asma y problemas renales. El estrés térmico es la principal causa de mortalidad relacionada con el clima en Europa.
  • La mala calidad del aire durante las olas de calor, agravada por incendios forestales y contaminación, incrementa el riesgo de enfermedades pulmonares, infartos e ictus.
  • Según la OMS, unas 175.000 personas mueren cada año en Europa por causas relacionadas con el calor, cifra que podría aumentar a medida que el calentamiento global se intensifique.

 

Impactos en la salud mental

  • Las altas temperaturas pueden causar estrés, irritabilidad, ansiedad y deterioro cognitivo, especialmente en personas con trastornos mentales preexistentes.
  • Se ha observado una relación directa entre el calor y el aumento de la agresividad y la frustración, tanto en adultos como en jóvenes. Las rutas nerviosas que regulan el estado de ánimo se ven alteradas por el calor, lo que incrementa el riesgo de conflictos y problemas emocionales.
  • Estudios recientes muestran que las olas de calor provocan un repunte significativo de ingresos hospitalarios por trastornos mentales, sobre todo en menores y mayores de 75 años. Por ejemplo, una ola de calor de 15 días en Adelaida incrementó en un 64% las hospitalizaciones infantiles por patologías mentales.
  • El calor extremo puede alterar el sueño, reducir la oxigenación cerebral y agravar la respuesta al estrés, afectando directamente el bienestar psicológico y aumentando el riesgo de suicidio, especialmente en hombres.
  • El Observatorio Europeo del Clima y la Salud advierte que los casos de traumas psicológicos derivados de fenómenos climáticos extremos pueden ser hasta 40 veces más frecuentes que las lesiones físicas, y que las personas con problemas de salud mental previos son especialmente vulnerables.

 

Grupos más afectados

  • Personas mayores, niños, quienes trabajan al aire libre, pacientes con enfermedades crónicas y quienes toman psicofármacos o diuréticos son los más vulnerables.
  • Las comunidades socialmente vulnerables y las regiones menos adaptadas al calor, como áreas rurales o del norte de Europa, podrían experimentar un mayor impacto.

La OMS y la Agencia Europea de Medio Ambiente insisten en que la mayoría de estos efectos son previsibles y prevenibles si se refuerzan los planes de protección y adaptación, especialmente para los grupos de mayor riesgo.

 

El calor extremo, un rival que no perdona en el deporte de élite

El calor extremo se ha convertido en un rival invisible para los deportistas de elite. Tenistas, futbolistas y atletas de alta competición afrontan estos días temperaturas que rozan lo inhumano, enfrentándose a un estrés fisiológico que reduce su rendimiento y aumenta el riesgo de problemas de salud.

En un sector donde cada segundo cuenta, el termómetro marca la línea entre el triunfo y el colapso.

El cuerpo desvía energía para regular la temperatura, disminuyendo la capacidad aeróbica y cardiovascular, mientras la deshidratación y la pérdida de electrolitos causan calambres, falta de coordinación e incluso colapsos térmicos graves.

*Artículo elaborado con ayuda de la inteligencia artificial y revisado por un periodista antes de publicarse.


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