Arquitectura colonial o arquitectura “pastiche”, en Colombia y en Manizales

Según el arquitecto Juan Manuel Sarmiento Nova, especialista en el tema de Patrimonio y Restauración y docente de la Universidad Nacional sede Manizales en el tema de Patrimonio Cultural y de Historia de la Arquitectura en Colombia, la llamada “Arquitectura Pastiche” -prefiere llamarla falso histórico- es una moda que en Colombia surge hacia los años 50 y 60 del siglo pasado.

Relata entonces cómo ante la escasez de surtidores de agua para los servicios públicos (acueducto y energía) que abastecían a la ciudad de Bogotá, buscaron un sitio donde hacer una represa, encontrando en la hondonada del valle de Guatavita un pueblo de origen indígena fundado por los españoles en dameros de manzanas cuadradas y con plaza central, donde después de comprar todas las propiedades existentes e inundarlo, hicieron la represa a la que llamaron represa de Tominé.

Falso histórico

“Compraron un lote en las orillas y fundaron un pueblo al que llamaron Guatavita la Nueva con diseños elaborados por una firma bogotana en conjunto con una firma española especializada en hacer pueblos nuevos imitando los pueblos viejos existentes. (Era la época franquista).

“Propusieron un pueblo inspirado en la arquitectura colonial española, en América, mezclando un poco la vieja arquitectura colonial de acá con algunos elementos nuevos lo que se podría llamar neocolonial, pero con diferentes versiones.

“A la gente le gustó, a los académicos no. Las facultades de Arquitectura -sobre todo las bogotanas- la vieron como una copia acuñándole el termino de falso histórico. Aun así, se continuó haciendo el modelo de Guatavita en el resto del país y se denominó guatavitismo (se hicieron barrios enteros, iglesias y edificios institucionales).

“La construcción se hizo en materiales modernos, contemporáneos; pero la piel, la estructura exterior, asemejaba esa arquitectura colonial”.

Casos en Manizales

Sarmiento Nova cita como ejemplo la textura original de los muros de la arquitectura colonial, que son de tapia pisada y de bahareque: no es lisa ni pareja. “Para darles esa apariencia los arquitectos le hacían al revoque fresco con cucharas unos altibajos para que después con la pintura apareciera como si fuera tapia o bahareque. Luego eso dio pie a muchas cosas más como escenografía: decoraciones en los antejardines con pozos que no tienen agua”.

“En Manizales hay muchos ejemplos: la iglesia de la Santísima Trinidad es uno de ellos. En Palermo hay dos o tres manzanas de esa arquitectura. Es original en la medida que se hizo aquí, pero es una imitación de algo que no es, se intenta decir que es viejo o antiguo, sin serlo”.

De apariencia

Agrega el arquitecto Sarmiento Nova que el corazón de pueblos como Villa de Leyva es colonial, pero en las afueras se ven construcciones hechas en ladrillo cocido con hierro y concreto, con la apariencia de las casas coloniales del interior, todo ello con el fin de conservar la uniformidad arquitectónica.

“Es una mentira histórica, es un pastiche. Desde el punto de vista académico no se debe hacer. Es un falso histórico, pero a la gente le gusta”, resalta.

* Arquitecto.

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Significado de la palabra pastiche

El diccionario de la Real Academia Española (RAE) dice sobre la palabra pastiche: Es una forma de imitación que rinde homenaje o celebra el estilo de otro artista, genero o época.

Suele ser un guiño respetuoso a la obra original, imitando su estructura, tono o estética para crear algo nuevo que parezca una combinación o extensión del material original.

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