
Expresidente Álvaro Uribe insiste en su inocencia en los alegatos finales del juicio en su contra

El expresidente colombiano Álvaro Uribe (2002-2010) concluyó este martes (8 de julio) la presentación de sus alegatos finales en el juicio que enfrenta por presunta manipulación de testigos, fraude procesal y soborno en actuación penal, en los que reiteró su inocencia y aseguró que siempre ha dicho la verdad.
"Mi interés era mi reputación, mi compromiso con Colombia, con mi familia (...) Yo en la vida pública, la conciencia me dice, he dicho la verdad", expresó Uribe, quien aseguró que su actuación tuvo como único fin defender su nombre de los señalamientos del senador de izquierdas Iván Cepeda, que lo acusó de tener vínculos con el paramilitarismo.
El expresidente, que gobernó Colombia entre 2002 y 2010, dijo haber sufrido un "maltrato permanente por casi una década" por parte del senador.
Tras concluir sus alegatos finales, la jueza Sandra Liliana Heredia anunció que dará a conocer la sentencia el próximo 28 de julio a partir de las 8:30 de la mañana.
Uribe, líder del partido de derechas Centro Democrático, volvió a negar haber manipulado testigos y calificó como una "trampa" las declaraciones del exparamilitar Juan Guillermo Monsalve, principal testigo en su contra.
"Aquí no hay ni una prueba de que yo manipulé testigos", afirmó el exmandatario durante la audiencia, en la que también pidió investigar a la abogada Mercedes Arroyave, quien habría acompañado a Cepeda en visitas carcelarias a exparamilitares en la cárcel de Cómbita, en el departamento de Boyacá, en el este del país.
Asimismo, Uribe defendió la autenticidad de unas cartas supuestamente escritas por reclusos que desprestigiaban a Cepeda: "Queda claro que no se pidió mentir o callar (...), ahí se plasmó la verdad".
Etapa final de un largo proceso
Con la jornada de este martes culmina la etapa de alegatos de conclusión de un juicio que se remonta a 2012, cuando Uribe demandó por supuesta manipulación de testigos al senador Cepeda, quien en esa época preparaba una denuncia contra él por presuntos vínculos con el paramilitarismo.
La Corte Suprema de Justicia, lejos de investigar a Cepeda, abrió en cambio un proceso contra Uribe por manipulación de testigos.
Uribe renunció en agosto del 2020 a su escaño de senador para dejar de estar aforado y que su caso pasara a la Justicia ordinaria, por lo que la Fiscalía decidió que no había pruebas para perseguirlo judicialmente.
El mes pasado, la fiscal del caso, Marlenne Orjuela, solicitó una condena al considerar que Uribe "ideó, promovió y respaldó una estrategia orientada a manipular el curso de la justicia penal, utilizando a terceros con el objetivo deliberado de forzar la retractación de testigos clave".
Las víctimas del proceso alegan que el expresidente, con ayuda de su abogado Diego Cadena, intentó sobornar testigos encarcelados para desvirtuar los vínculos con el paramilitarismo que Cepeda había denunciado.
La jornada de este martes marcó el cierre de un extenso bloque de alegatos finales que comenzó el lunes y se prolongó por más de nueve horas.
Durante esa primera sesión, el expresidente Uribe sostuvo que el juicio por este caso le causó "un daño moral" y afectó gravemente su imagen pública.
Además, en ambas jornadas pidió ser absuelto al considerar que su interés no era solo cuestionar las pruebas en su contra, sino "probar que a lo largo de estos años" dijo la verdad.
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