Claudia López en Manizales: Petro todo lo hace a las patadas; Aerocafé, cómo no hacer las cosas, café y más
Un diálogo con Claudia López, la exsenadora y exalcaldesa de Bogotá, en la mañana del sábado 21 de junio del 2025, en La Suiza, el tradicional negocio de café y pasteles Manizales.
“Un capuchino”, prefirió ella. Un poco antes varias personas se le arrimaron en un tramo de la carrera 23 para saludarla, para la foto del recuerdo y para regalarle la firma, varias del millón que ella aspira a recoger para ser candidata la Presidencia de Colombia 2026-2030 por su movimiento Imparables.
- ¿Qué la tiene por acá en Manizales de nuevo?
Estuve hace un par de meses hablando con gente de la academia, con empresarios, fui a visitar a la Licorera de Caldas, que está en tan buen momento, con toda su producción del amarillo y de otros productos. Y vine justamente a conversar porque quería preguntar, indagar por las mejores propuestas de gobierno, cómo enfrentar los problemas que todavía aquejan a los caldenses, a los colombianos, temas de seguridad, de trabajo, de cómo recuperar la salud, de cómo exportar más, de cómo crecer. Entonces estuve aquí conversando y hoy vuelvo pues como precandidata, recogiendo firmas.
- ¿Por qué decidí ir a buscar la Presidencia?
Decidí lanzarme por un movimiento independientes, el movimiento Imparables. Invito a la gente a que entre a imparables.com.co, conozca mi trayectoria, mis propuestas, nos las ayude a mejorar, baje el formulario de firmas, nos ayuda a echar para adelante.
- ¿Cuál es ese panorama amargo que usted plantea que la lleva a ser precandidata?
Colombia está en un momento difícil y tenso. Los políticos infundiendo odio, y eso siempre termina en que la gente paga violencia en las calles. El país atascado, los jóvenes queriéndose ir. los empresarios angustiados porque los criminalizan todo el tiempo en vez de ayudarles para generar más empleo.
- ¿Entonces, qué es lo que necesita el país?
Creo que en este momento Colombia necesita carácter, necesita liderazgo, necesita experiencia. Al Palacio de Nariño no se puede ir a aprender, el palo no está para cucharas, aquí se necesita gente con experiencia y con resultados. Y lo digo con humildad, yo creo tener esa experiencia, ese carácter, esos resultados. No soy la única en esta continenta que lo tiene, pero creo que tenemos que concentrarnos en las soluciones de la gente y no en las peleas de los políticos.
- Usted llegó al Congreso y a la Alcaldía de Bogotá por un partido (renunció al Verde) por qué ahora lo hace por firmas y no por un partido?
Renuncié al Partido Verde porque yo llegué con Mocus, yo llegué en la ola verde, en esta ilusión de que los recursos públicos son sagrados, con educación todo se puede, la vida es lo primero. Y estuvimos con Mocus, hicimos un trabajo muy bonito, fuimos al Senado, promovimos mucha gente joven, mujeres, gente buena, al Gobierno, hicimos escuela, tuve la fortuna de ser elegida como la primera mujer alcaldesa de Bogotá, que es el gran honor de mi vida, un gran honor de mi ciudad. Cuidé a mi ciudad en la pandemia, saqué el metro adelante. Aprendimos de programas como la U en tu Colegio, que es un orgullo de esta región. Y lo implementamos y lo volvimos jóvenes a la U, 78 mil jóvenes becados, 100 mil consiguieron su primer empleo. Creamos las manzanas del cuidado para las mujeres. En fin, yo manejé la chequera más grande del país, que es la de Bogotá, y no tengo un solo escándalo de corrupción. Me rodeé de gente buena, decente, capaz, de todas las regiones y sacamos adelante a Bogotá. Entonces sé que estas cosas se pueden hacer. Me fui del Verde porque mi frustración, entre otras, es que este gobierno, el presidente Petro, corrompió hasta el Verde. Es increíble. El presidente del Congreso, que era del Verde, corrompido por el presidente, que se fue a comprarlo con billetes para que le dieran unos votos en el Congreso. Eso es inaceptable para nosotros. Así que con Mocus llegué y con Mocus me fui, porque no vamos a estar nunca con la corrupción. Entonces, por eso estamos recogiendo estas firmas, invitando a la gente que nos unamos por encima de diferencias y por encima de partidos para sacar adelante a Colombia

Foto I Luis Fernando Trejos I LA PATRIA
Claudia López, en la carrera 23 de Manizales, de cerca con comerciantes.
- Cuando es por firmas, también llegala inquietud: ¿Cómo será la finanaciación de la campaña, algo determinante paracuando luego se esté en el Gobierno?
Mi experiencia en la vida es que he tenido ejércitos de voluntarios. Vos viste aquí en la calle (carrera 23 de Manizales): No fue ni siquiera que yo tuve que parar a nadie, la gente para, me saluda. Y me dicen: Qué bueno verla aquí, en qué está, en qué le puedo ayudar. La gente es muy generosa. Así que esto es de mucha calle. Lo que sí hay que gastar es mucha suela, no mucha plata. Esa es mi experiencia en la vida. Así es que yo he hecho campaña en la calle, con voluntarios, con la gente, con académicos, con ideas, con carácter, parándomele siempre de frente a la corrupción. Yo en la vida he preferido perder elecciones que perder el alma. Yo fui precandidata a la Presidencia en el 2018, perdimos y nadie se murió, pues. Perdimos contra maquinarias, seguimos. Y luego en el 2019 fui electa a la alcaldía de Bogotá. Siempre con la gente, siempre con la frente en alto, siempre con las manos limpias. Ya goberné y no le entregué a la alcaldía a maquinarias políticas ni a partidos tradicionales. Al contrario, llevé gente maravillosa, graduada de la Universidad Caldas, de la Nacional, también de universidades privadas, gente como yo, hecha a pulso. ¿Por qué tiene que tener uno la bendición de un padrino político? No, el país es de todos, así es como yo he llegado hasta acá en la vida. De manera que mi experiencia en la vida es que es mejor perder las elecciones que perder el alma. Y si uno gana es para hacer cosas distintas, no es para gobernar con los mismos Roy, Benedetti. ¿Cómo iba a salir bien el gobierno del supuesto cambio si se rodea de los mismos corruptos de siempre? Eso es imposible.
- ¿Precisamentem cómo haría en una eventual Presidencia de Colombia para no tener que depender, digamos, de maqinarias, por ejemplo en el Congreso?
Mi experiencia en Bogotá con el Concejo, donde son 45 concejales, y yo no tenía mayoría. Eran 16 que me han acompañado a mí en mi candidatura. Luego a los demás me tocaba era convencerlos, pero convencerlos, no comprarlos. Y logré sacar muchas cosas adelante. Les dije, venga, pongamos la plata para la segunda línea del metro. No dejemos parar la primera. Estamos en una enorme crisis. Creemos un programa Jóvenes a la U, becas para los jóvenes a la universidad o a carreras técnicas y tecnológicas para que queden bien preparados para conseguir un trabajo o hacer un emprendimiento. Todos a la U, beca a mujeres y a hombres mayores de 50. Démosles también becas a ellos de entrenamiento laboral. Démosle un apoyo a las microempresas para que contraten a los mayores de 50, a mujeres y jóvenes. 126 mil lo hicieron, 126 mil recibieron apoyo. Recuperamos un millón y medio de empleos así. Y me tocó convencer a la gente con argumentos, pero por encima de la mesa. Hubo cosas que perdí. Dije: bueno perdemos puede ser, pero no vamos a perder el alma, no vamos a ir a comprar concejales. Mi experiencia es que cuando uno trata a la gente con respeto, con reconocimiento a sus ideas, uno no se las sabe todas, ni solamente los políticos van a hacer lo que uno les proponga. Hay gente que tiene ideas más de derecha, hay gente que tiene ideas más de izquierda, pero si son ideas decentes y buenas ideas para la gente, pues las podemos sacar adelante. Así que vuelvo e insisto, mi experiencia fue gobernar con respeto. con reconocimiento a los oponentes, no con criminalización. Cuando ganamos, ganamos. Cuando perdimos, perdimos y lo aceptamos. Pero nunca perder el alma. Yo goberné, hice la inversión pública más grande en infraestructura, en metro, en colegios, en becas, en salvamentos a las microempresas, en manzanas del cuidado para las mujeres. No tengo un solo escándalo de corrupción, ni nadie me vio con un rollo invenerable.
- ¿Cuál es la verdad de esas peleas con Petro, cada vez más fuertes, luego de que el país la vio a usted apoyarlo, por ejemplo en el 2022 para Presidencia?
Porque en mi opinión el presidente traicionó la ilusión de cambio de Colombia. ¿Por qué me fui del Verde? Porque fue a Petro; no Duque, no Turbay, el que se fue a comprar a los congresistas del Verde con plata robando a los colombianos. Eso es inaceptable. ¿Qué cambio va a hacer? Irse a robarse la plata de los colombianos para comprar congresistas. Les prometió a los jóvenes de Colombia 500 mil cupos de educación superior, no les ha dado ni 100 mil. Yo estudié con un crédito de la Icextex. Si a mí un presidente me hubiera quitado el subsidio a la tasa y me hubiera pasado mi cuota de $200 mil a $400 mil en un año, como lo hizo Petro, por sectario, porque entonces decidió que el Icetex era es neoliberal. ¿qué va a ser neoliberal que los estudiantes paguen menos con tasa subsidiada? Si a mí algún presidente hubiera hecho eso, yo no hubiera podido pagar el crédito del Icetex. Entonces, eso no era cambio, mucho sectarismo. Estuve en Cali la semana pasada, Cali, afectada por 24 ataques terroristas, Cauca y Cali, 8 muertos, 100 heridos. Fue el presidente, ¿fue a visitar alguna familia herida? No. Fue a una plaza a hacer campaña, a decir que lo reelijan y que para eso hay que hacer una constituyente. No puede ser este nivel de indolencia que uno se pare en una ciudad bombardeada, atacada, y se pare a decir que lo importante es que haya una constitución para que lo reelijan a uno.
- ¿Por qué votó por Petro?
Yo comparto las causas. Yo por eso voté como una ciudadana más dos veces, porque entre la derecha del pasado y una opción de cambio, yo vengo de abajo, claro que yo quiero cambio, claro que quiero justicia social, claro que quiero que haya más trabajo, claro que haya más seguridad. Pero esto ha sido una manipulación, más que un cambio, una manipulación del discurso. Mira la laboral, casi que el presidente estaba más interesado en que hundiera la laboral para poder hacer su consulta que en que saliera la laboral. Esto no es para tener banderas, esto no es para hacer campaña, esto es para de verdad mejorar la vida de la gente. Yo le dije al presidente Petro cuando llegó. ´hombre, yo estoy a un año y medio de irme, un poquito menos. Ya hicimos las becas de jóvenes a la U, eso es una maravilla, presidente, yo ofrecí 20 mil becas, pude dar 40 mil. Iba a hacer seis manzanas del cuidado para las mujeres, ya he hecho 24. La gente que cayó en pobreza le dimos un ingreso solidario, pues, y luego le ayudamos para que consiguiera empleo, porque la gente lo que quería era trabajar. Ponga usted una platica, damos más becas de jóvenes, hacemos más manzanas del cuidado para las mujeres. Me dijo¨: ´no, no vamos a hacer nada de eso. A mí lo único que me importa es parar la primera línea del metro´. Hombre, no sea tan sectario. ¿Que por qué el metro lo ha contratado Peñalosa? ¿Y a quién le importa quién lo contrató? El metro es de los colombianos. Cada caldense que vaya a estudiar o a trabajar a Bogotá, si hay metro, se demora 25 minutos de la casa al trabajo en un tren eléctrico y limpio. Si no tiene metro, se demora dos horas en un trancón. ¿Cómo vamos a parar eso? Entonces es mucho sectarismo, es mucha ideología, es mucha porquería. Terminó en casos de corrupción. Eso no era cambio. La gente necesita unión, resultados concretos. La gente no vive del cuento. El único que vive del cuento es el presidente. A los demás nos toca trabajar.
- ¿Cuál es la propuesta que hay para seguridad, entendiendo que lo que había antes de Petro tampoco era una maravilla, pues hay un historial de masacres, secuestros, extorsisón ejecuciones extrajudicales y demás?
Tengo cinco cosas en las que quiero priorizar. En seguridad me parece que tenemos que aprender de nuestra propia experiencia. Miren, la paz total de Petro ha sido un fracaso, pues les dio gabela a los delincuentes, la coca crece, el crimen organizado crece, en cambio tenemos 75 mil soldados menos que hace 10 años. Lo único que crece es el crimen organizado, y el ejército no crece, y no hay cárceles, y no hay tecnología para apoyar a la fuerza pública, por eso estamos como estamos. Pero esto lleva 10 años. ¿Por qué? Porque Uribe decidió pelear con Santos, y entonces Santos con Duque, Duque contra el mundo, y no invirtieron, ni en desarrollo regional, ni en paz, ni en fuerza pública. Aquí, 10 años después, estamos pagando las consecuencias por las peleas de políticos. Cada vez que los políticos arrancan con odios y saboteos y peleas en Bogotá, la terminan pagando los colombianos en las regiones. Entonces, mi primera propuesta es lo de la seguridad, es tan urgente, que yo creo que debemos hacer algo parecido a lo que hicimos en el 2002, en el sentido de convencer a los que más tienen que paguen una contribución específica para hacerlo, para tener más capacidades, para hacer cárceles. A seis de cada diez personas y criminales que hoy coge la justicia los deja en casa por cárcel, o sea eso es calle para delinquir. Por eso, es que la gente ve que el que lo atracó la semana pasada vuelve y lo atraca en la misma calle.
- ¿Pero con el manejo de esa contribución hubo problemas?
Sí, esa contribución a la seguridad 2002 tuvo dos problemas que hay que corregir. Uno, tuvo violaciones a los derechos humanos, falsos positivos, por supuesto eso es inaceptable y tendremos toda la vigilancia para que no ocurra. Además, una conducción ética de la fuerza pública. Y dos, el narcotráfico no se va a acabar a punta de plomo y glifosato. Los campesinos de Colombia necesitan una alternativa de la que vivir legal y decentemente. Y en eso el Eje Cafetero tiene la mejor experiencia de Colombia. ¿Por qué la industria cafetera ha sostenido al campesinado durante 100 años? Porque les ha ofrecido tres cosas muy concretas: Asistencia técnica, carreteras y bienes públicos y un precio garantizado de compra. Esa es la magia. Tenemos que ser capaces de tener el equivalente a una Federación de Cafeteros, pero para el cacao, para el aguacate, para la piña, a los otros productos legales de los campesinos. El presidente Santos y el presidente Petro cometieron ambos el mismo error. Y es que en nombre de la paz le propusieron a los campesinos comprarle la coca. ¿Qué hicieron los campesinos? Pues sembrar más coca. Estamos inundados de coca. ¿El Gobierno les compró la coca? No, se la compró el crimen organizado. El Eln, el Clan del Golfo, las disidencias están tapadas de plata, llenas de billete. Son 3,5 puntos del PIB de Colombia. Con eso es que compran bombas y matan a los colombianos en Cali, en Catatumbo. Entonces, hay que parar y corregir eso. Lo que hay que comprar son los productos legales, hay que aprender de la Federación de Cafeteros. Asistencia técnica, precio garantizado de compra, carreteras y bienes públicos. Pero para los bienes legales, no para la coca. Y eso es desarrollo regional, más una fuerza pública capaz, respaldada, vigilada, que sea capaz de enfrentar a los delincuentes y cárceles. Sin cárcel los delincuentes van a seguir libres azotando a la gente. Entonces eso es para seguridad y desarrollo regional.
- Algo similar pasa con la salud y otras cosas, no son problemas nacidos ahora, ¿qué hará por este sector?
El lío de la salud no empezó con este gobierno. Sin embargo, hay que reconocer que este sistema mixto de salud, que no era perfecto, fue el que nos sacó adelante la pandemia. No vayamos tan lejos. Cuando llegó el Covid ¿quién nos salvó?, ¿quién nos dio una cama en un hospital?, ¿quién nos dio un un respirador cuando lo necesitábamos? ¿quién salió a vacunarnos? Ese sistema mixto de salud que teníamos no había que destruirlo. Lo que había que hacer era mejorarle tres cosas muy concretas. La primera, las EPS quieren prestar servicios en Manizales, pero no en la zona rural de Caldas. El que quiera tener EPS en Manizales tiene que prestarla también en la zona rural de Caldas. Lo mismo pasa en Bogotá. Todo el mundo quiere estar en Chapinero, que es rentable y es fácil, pero no quieren ir a la zona campesina de Sumapaz. Entonces, uno puede organizar el sistema y decir, no, señores, nos distribuimos el país que tenemos. El país que tenemos tiene zonas rurales difíciles y más costosas y zonas urbanas más fáciles y más baratas. El que quiera lo uno tiene que tener de lo otro. Primera cosa que se podía corregir. Segunda cosa, a las EPS les gusta esperar a que la gente enferme porque los servicios de alto costo son los curativos, no los preventivos. Prestarle a alguien un servicio de diálisis le deja un gran margen de ganancia a una EPS. Prevenir que no tenga diálisis y no se le dañen los riñones, tenga una buena dieta, haga ejercicio, etc. eso no está rentable. Entonces ahí hay que tener controles. Hay que invertir en medicina preventiva y no solo curativa. Y lo tercero es, por hacerse un negocio, las EPS se autocontratan en la infraestructura que ellas tienen así le quede lejos a la gente. Entonces la gente que se enferma en una zona, el centro de salud de al lado es un centro de salud público y la EPS prefiere no contratar el servicio con el centro de salud público que está cerquita, sino hacer viajar a la gente hasta su propia infraestructura. Esas tres. cosas era lo que iba a corregir. Yo lo corregí como alcaldesa, con un acuerdo con las EPS, ni siquiera necesité ley, usando las normas de la pandemia. Les dije, señores, aquí no importa esta vaina, vamos a ir todos a Sumapaz, vamos a ir con la misma infraestructura. Si el que está cerca es el centro de salud de otra EPS, me contratan el servicio allá, que esto no es para que sea negocio, sino para que la gente la atendamos bien y rápido. Y debo decir que en tanto, todas las EPS privadas aceptaron el acuerdo. Y así fue como salimos adelante de la pandemia. Esto se hubiera podido hacer con un decreto, con una transición, no con esta peleadera. ¿Qué logró el presidente? Decir que las EPS eran todas corruptas. Hoy casi todo el sistema es público, está bajo el gobierno. ¿Y es mejor? No. Ahora las citas se demoran seis meses, a la gente le niegan sus medicamentos, se está muriendo la gente haciendo una fila o esperando un remedio. La solución no era volver todo público, la solución era corregirle estas tres cosas al sistema mixto. Eso es lo que yo voy a hacer y espero así poder recuperar el sistema de salud.
– ¿En qué consiste lo que usted propone de educación, trabajo y cuidado?
Esas tres cosas es lo que necesita la gente para poder salir adelante y vivir de su trabajo. La gente no quiere vivir del subsidio de un político, quiere vivir de su talento. Pero necesita que su talento tenga buena formación. ¿Quiénes necesitan educación, trabajo y cuidado? Las mujeres, los hombres mayores de 50 y los jóvenes, que son los que están más fregados. Son los primeros que pierden el empleo, les toca quedarse en la informalidad, llegan a 50 años y nadie los contrata. Ponen un negocio y nadie les ayuda. Entonces había que hacer becas de educación superior y para el trabajo bien hechas. Para hombres mayores de 50, para mujeres y para jóvenes. Yo hice 78 mil en tres años. Luego sí se puede. A los jóvenes les conseguimos su primer empleo. Que no me les pidan experiencia. Que un joven lo que tiene es talento para aprender. Al contrario, un hombre mayor de 50 años lo que tiene es experiencia. Ambas cosas son valiosas. Y eso lo ligamos. con incentivos a las empresas que los contrataran. Yo les decía, si usted no contrata a una persona cualquiera para recuperar un empleo en pandemia, yo le pago la mitad del salario a usted. Pero si es joven, le pago el 70. Si es joven y mujer, le pago el 80. Si es mayor de 50 años, le pago el 100% del salario de un año. Pero ayúdeme, ayúdese usted y ayúdele a ellos. Combine talento. Y las mujeres necesitamos cuidado. ¿Qué es cuidado? Porque las mujeres trabajamos más y nos ganamos menos. Porque las mujeres lavamos, planchamos, cocinamos, cuidamos a los niños, cuidamos al mayor de la familia. Si tenemos un hijo en condición de discapacidad nunca los vamos a dejar solos. Las mujeres sacrifican su vida, su educación, su trabajo por cuidar solas a otros porque nadie les ayuda. En Bogotá creamos la Manzana del Cuidado que fue usar la infraestructura social que ya teníamos. Escuelas que cierran a las 3 de la tarde, salones comunales, centros comunitarios. Los arreglamos, los adecuamos, extendimos los horarios, contratamos personal adicional. ¿Para qué? Para que las mujeres traigan a los niñitos, a los mayores, a sus hijos en condiciones de discapacidad. Nosotros se los cuidamos. Para que ellas tengan tiempo para terminar el bachillerato, para conseguir un trabajo, para iniciar un emprendimiento. Nos aliamos con los empresarios y les pusimos lavadoras y secadoras gratuitas. Para que en vez de que se partan la espalda, pues lavando a mano. Les pusimo gas. Una colaboración para que nosotros podamos cuidar a los que las mujeres cuidan. Y las mujeres entonces puedan aprovechar las becas, la educación, el trabajo. Si no, no pueden. No pueden ni que salgan de la casa porque no hay quien les ayude. Ea combinación de educación, trabajo y cuidado funcionó, recuperamos un millón y medio de empleos en el país. Hay desarrollo rural, hay que meterle también inversión al desarrollo regional con asistencia técnica, vías y bienes públicos y un precio garantizado de compra. Los campesinos pueden planear su producción y saber que no van a perder su cosecha, en vez de andar ofreciéndoles, comprarles coca, ¿no? Porque entonces se llena el país de coca y de crimen organizado. en vez de economía legal. Y la seguridad pues necesita fuerza pública y cárceles, lo digo con toda claridad. Y
- Usted habló ahora de café: Petro ha criticado la Federación Nacional de Cafeteros, por ejemplo el Fondo, los sueldos exagerados de dirigentes ¿qué piensa de eso?
Al presidente le salió el tiro por la culata. Tanto rayo que le echó a la Federación del Café y todas las cifras que muestra el crecimiento de la agricultura dentro de su gobierno, es por el café. Es porque mejoró el precio internacional del café y porque la Federación estaba haciendo su tarea. Yo no digo que no haya falta una mejor democratización de la Federación. Yo sí creo que los pequeños caficultores tengan mejor representación, que no se vuelva una cosa élite de manejo de la plata. Pero eso se puede hacer por las buenas. Es que el problema del presidente Petro es que todo es las patatas. Todo es con odio. Mi experiencia es exactamente lo contrario. Mi experiencia con los empresarios de Bogotá, con los concejales de Bogotá, con los dirigentes de Bogotá, es que cuando uno trata a la gente con respeto, les propone cambios sobre la mesa, sin corrupción, sin atacarlos ni criminalizarlos es más fácil llegar a acuerdos y a concesiones que a las patadas.
- Usted cómo senadora vino a pasarle revista al proyecto de Aerocafé, ¿qué hacer para por fin temrinarlo?
El aeropuerto, lo digo con cariño, hay que sacarlo adelante porque ya está de un cacho. Pero esa es la típica historia de lo que no hay que hacer. Una pelea, ustedes son la misma región. Lo que necesitaban era unirse para tener más seguridad, más desarrollo, en fin. Ahora el aeropuerto de La Nubia es un aeropuerto muy complicado. Vive más cerrado que abierto. Sin embargo, ha habido más pelea y más corrupción que aeropuertos. Es el ejemplo de cómo no hay que hacer un proyecto, pues ya hay que terminarlo, porque ya se le ha metido mucho esfuerzo y ya se iba a terminar. Pero las cosas hay que hacerlas por las buenas, concertadas, si esta es la misma región. Todo el Eje Cafetero es un ejemplo de Colombia, por aquí pasamos todos, porque este es un cruce de caminos de Colombia.
- ¿Por eso habla usted de una vía de oriente a occidente que favorezaca al Eje Cafetero?
Cuando desarrollemos la altillanura, por ejemplo, que vamos a desarrollarla con agroindustria, pasará por acá para salir para el Pacífico. Una vía transversal, claro. ¿Qué es lo que necesita Colombia? Todas las vías de Colombia prácticamente van de sur a norte. Casi ninguna va de oriente a occidente y se necesitan porque tenemos la altillanura que tiene 10 millones de hectáreas de suelo para producir agroindustria y tenemos el Pacífico para salir por esos puertos. ¿Y por dónde va a salir esto? Acá, ese gran puerto logístico que quiere ser esta región, la industria más liviana, seguramente la industria más pesada, se va a ir moviendo hacia los puertos porque les da más ventajas. que es un orgullo este departamento, industria manizaleña. Hada, hoy es la fábrica de jabones más grande del mundo. Porque se movió a la zona franca de Barranquilla y aquí va a quedar seguramente industria más liviana, industria de servicios, industria de turismo. Va a haber una reacomodación de las oportunidades económicas de todo Colombia, pero a todas las regiones hay que darles oportunidad de desarrollo.
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