
UBPD enfrenta desafíos en la búsqueda de desaparecidos en Caldas: avances y próximos pasos

Luz Janeth Forero Martínez, directora de la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas (UBPD), habló de los retos en Caldas y en Colombia, además de la Ruta Buscadora, un programa itinerante, que llegará al departamento.
Sobre las tres sedes que hay actualmente en el Eje Cafetero, ¿Qué diagnóstico se ha hecho hasta el momento?
En este territorio tenemos la regional occidente que tiene tres oficinas territoriales en Pereira, La Dorada, que no es un secreto, es un sitio histórico de violencia y conflicto y en particular de este hecho de desaparición forzada, y recientemente abrimos una oficina en Manizales. Este Eje Cafetero tiene, por ejemplo, muchas conexiones con nuestros planes regionales de búsqueda de Antioquia, en especial del oriente antioqueño, e incluso con lo que tiene que ver con los puertos, sobre todo el sector del Magdalena Medio.
Precisamente sobre La Dorada, bien sabemos lo complicada que es esta región del Magdalena Caldense, estuvo recientemente allá, ¿Qué encontró?
Estuvimos monitoreando los trabajos en el marco del Plan Regional de Búsqueda y sobre todo una necesidad cercana de intervenir el cementerio de La Dorada, en una de las muchas fases en las cuales ya hemos trabajado en particular y donde esperamos recuperar cuerpos de víctimas de desaparición.
Ya vemos como un hecho la noticia de la Ruta Buscadora, ¿Cómo se configura? ¿En qué consiste?
Es una forma cómo la UBPD ha notado que tiene que descentralizarse, de llegar a municipios, a corregimientos, a lugares donde es difícil llegar, es una oficina itinerante. Empieza a recorrer sitios como una muestra en particular de las acciones que tenemos que hacer de pedagogía para la búsqueda, que personas que nunca han tenido la oportunidad, pongan en conocimiento del Estado o de las autoridades competentes, que sufrieron un hecho de desaparición en sus familias.
¿Y cómo se desarrollan estas acciones?
Se puede hacer sin cita previa, para que se tome una muestra biológica, importante para construir los perfiles genéticos. También es un escenario muy importante para que quienes participaron directa o indirectamente en las hostilidades se acerquen a la unidad. Este mandato humanitario y extrajudicial que tiene esta entidad, lo que hace es buscar personas desaparecidas, no busca culpables, no estigmatiza.
Tomando las experiencias de la Ruta en otras regiones, ¿Ha sido posible como punto de partida para hallar sitios de interés forense?
En la ruta del año pasado, gracias sobre todo a los aportantes de información que tuvieron la oportunidad de acercarse, nos hablaron, nos ubicaron, nos señalaron algunos sitios de interés forense. Todos pensamos que los sitios de interés forense solo son los cementerios, pero también tenemos otros a campo abierto y ríos.
Hoy nos damos cuenta de que la JEP dio unas órdenes frente a esa posibilidad de que la UBPD esté apartada de labores de búsqueda, ¿Qué pasó?
La JEP es una institución hermana que hace parte del sistema integral para la paz, tenemos un mandato constitucional y legal de trabajar de manera armónica, articulada y complementaria. Hemos tenido dificultades con un par de despachos en el entendido de que nos están excluyendo de algunas medidas cautelares o han emitido algunas órdenes que de alguna manera afectan la búsqueda, algo que estamos tratando de resolver.
Constantemente, el universo de desaparecidos va variando, ¿Cómo está Caldas actualmente?
Estamos buscando a cerca de 127 mil desaparecidos en el contexto del conflicto armado, situaciones de antes del 1 de diciembre del 2016, que es nuestro margen temporal de trabajo. Sabemos que el conflicto no ha cesado y persiste. Caldas es un departamento complejo para la búsqueda. Tenemos cerca de 2.500 personas y unas 750 solicitudes de búsqueda.
¿Cómo cerrar esa brecha?
Necesitamos que esa brecha entre ese universo y el número de solicitudes sea más pequeño, pero está dando resultados. La entidad ha podido recuperar cerca de 3 mil cuerpos y entregar dignamente a sus familias cerca de 500 personas, y ha podido encontrar con vida a cerca de 220 personas. Esos datos se van a incrementar de una manera significativa, sobre todo desde el énfasis en fortalecer los procesos de identificación. Hemos recuperado muchos cuerpos, pero el reto mayor es identificarlos, darles un nombre.
Las madres buscadoras han cobrado más protagonismo, incluso una ley las apoya, ¿Cómo asumen esa designación?
No todas las buscadoras son madres, también esposas, hermanas e hijas. Hacemos un gran reconocimiento a esa lucha, a esa resiliencia y resistencia que han tenido por poner en la agenda pública la búsqueda de sus desaparecidos, pero por buscar y encontrar ellas mismas a través inclusive de la creación de metodologías propias de búsqueda. Es importante la ley porque también les reconoce una dignidad, le reconoce su lucha histórica.
La búsqueda inversa se convirtió también en una estrategia llamativa, ¿Cómo funciona?
Después de tantos años de guerra, a personas que fallecieron las identificaron por los métodos científicos, en especial por los métodos dactiloscópicos, pero no se encontró ninguna familia para entregarle esos cuerpos. En la búsqueda inversa buscamos a las familias. Nuestra estrategia empezó con cerca de 70 cuerpos y ya hemos entregado dignamente la gran mayoría. Nos faltan unos cuantos, pero hay que insistir.
Recuperaciones en Caldas
La UBPD ha recuperado 114 cuerpos en Caldas y se entregaron dignamente 18 personas.
La Ruta, con pronta visita
Belalcázar, 5 de septiembre
Arauca (Palestina), 6 de septiembre
Neira, 7 de septiembre
Villamaría, 9 de septiembre
Palestina, 10 de septiembre
Chinchiná, 11 de septiembre
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