
Diego Angelillis expresa que ser Caldense del Año también es un tributo para su familia y la Licorera

Diego Angelillis Quiceno, gerente de la Industria Licorera de Caldas, acudió en la tarde de este martes (5 de agosto) a la Basílica Menor Inmaculada Concepción de Manizales de Manizales para recibir de manos del director de LA PATRIA, Jorge Hernán Botero, el galardón que lo acredita como Caldense del Año 2024.
Durante su discurso no solo agradeció a su equipo de trabajo, sino a su familia, a sus amigos más cercanos y a quienes estuvieron antes de él en la gerencia de la destilera caldense. Lea en detalle el discurso de Angelillis Quiceno
Corría el inicio de los fabulosos años 80, y yo, con apenas 7 u 8 años, vivía en las empinadas calles del barrio Las Américas en nuestra querida ciudad de Manizales. Fue allí donde comencé a tener conciencia de la existencia de una empresa que se asentaba en nuestro territorio y era el orgullo de todos sus habitantes. Más de 40 años después, gracias a ella me encuentro parado frente a ustedes, dando palabras que nunca pensé dar, al recibir un premio que ni en mis sueños pensé recibir algún día.
Me siento profundamente orgulloso, no solo por recibir este reconocimiento, aunque me hace muy feliz, sino por haber contribuido a visibilizar la extraordinaria labor de muchos caldenses en esta empresa. La Industria Licorera de Caldas es más que una empresa, es un símbolo viviente del tesón y la resiliencia de una estirpe que, a pesar de las múltiples dificultades, la ha erigido como la más importante fábrica de licores de Colombia.
Esta empresa irradia bienestar más allá de su objeto social, beneficiando la salud y la educación de los caldenses, protegiendo la biodiversidad y el medioambiente, y respetando profundamente su obligación con todos los grupos de interés. Me siento honrado de ser parte de esta historia y de contribuir a su legado.
En este momento efímero de la vida, donde la felicidad me embarga y las emociones me desbordan, quiero reconocer ante todos ustedes que no debería ser yo quien esté aquí recibiendo este galardón. Deberías ser tú, Marleny Osorio, mi amada esposa, porque eres un ser de luz que irradia amor y bondad a todos los que te rodean. Eres un ángel en mi vida, un faro que me guía en los momentos más oscuros y un sol que me calienta en los momentos más fríos.
Eres un ser humano que se entrega sin temor para ayudar a los demás, y yo puedo dar fe de ello, ya que he sido uno de los afortunados que has ayudado incondicionalmente en todas las facetas de la vida durante estos 30 años de matrimonio. Hemos vivido momentos buenos y malos, momentos de alegría y de tristeza, pero siempre juntos, siempre apoyándonos y siempre amándonos.
Diego Angelillis llegó a la gerencia de la Industria Licorera de Caldas bajo la Gobernación de Henry Gutiérrez.
En este momento, no puedo dejar de reconocer a la más extraordinaria de las madres, hijas, abuelas, hermanas, tías, amigas y profesionales que he conocido. Eres una mujer multifacética, llena de amor, compasión y sabiduría. Pero, sobre todo, eres la esposa más increíble que podría haber pedido. Eres mi mejor amiga, mi confidente, mi compañera de aventuras y mi refugio en los momentos de tormenta.
Sería imposible e injusto no dedicarte este premio a ti, mi valiente y amada esposa. Este reconocimiento es más tuyo que mío, porque sin tu apoyo, amor y dedicación, no estaría aquí hoy. Tu fe en mí, tu confianza en mis capacidades y tu amor incondicional me han dado la fuerza para seguir adelante en los momentos más difíciles.
Quiero agradecerte por todo lo que has hecho por mí, por nuestra familia y por todos los que te rodean. Quiero agradecerte por ser mi roca, mi apoyo y mi inspiración. Quiero agradecerte por ser tú, por ser Marleny Osorio, la mujer más increíble que he conocido.
Te dedico este premio con todo mi corazón, y espero que sea un pequeño reflejo de la gratitud y el amor que siento por ti. Quiero que sepas que eres amada, apreciada y valorada, no solo por mí, sino por todos los que te conocen. Eres un tesoro, un regalo de la vida, y me siento afortunado de tenerte a mi lado.
También quiero dedicar este momento a mis hijos, María José y Alejandro, quienes han sido mi fuente de inspiración y motivación en cada paso de mi vida. Su madurez, cariño y amor me llenan de orgullo y me hacen sentir afortunado de ser su padre.
Son dos seres humanos extraordinarios, llenos de amor, compasión y sabiduría. Me enseñan a ver la vida desde una perspectiva diferente, a apreciar las cosas pequeñas y a disfrutar de los momentos más simples. Su sonrisa y su amor me llenan de alegría y me dan la fuerza para seguir adelante.
Quiero agradecerles por ser mis hijos, por ser mis amigos y por ser mi fuente de inspiración. Quiero agradecerles por todos los momentos que hemos compartido juntos, por las risas, las lágrimas y las aventuras. Quiero agradecerles por ser parte de mi vida y por hacerme sentir tan orgulloso de ser su padre.
Este premio es también para ellos, porque sin su amor y apoyo, no estaría aquí hoy. Son mi motivación, mi inspiración y mi razón de ser. Los amo, María José y Alejandro, y siempre estaré aquí para apoyarlos y guiarlos en su camino.
Me siento bendecido de tenerlos en mi vida y de poder compartir este momento con ustedes. Gracias por ser mis hijos y por hacer de mi vida una aventura llena de amor y alegría.
Profundo agradecimiento y admiración a mis padres, Magnolia y Giuseppe. Mi madre, una mujer que con esfuerzo y sacrificio supo romper el círculo vicioso de la pobreza que ahoga a tantos colombianos. Con dedicación y amor, nos dio a sus hijos todo lo que necesitábamos, pero sobre todo, nos enseñó que las cosas se consiguen con esfuerzo, disciplina y valentía su ejemplo ha sido mi guía y mi inspiración.
Me ha enseñado a ser fuerte, a trabajar duro y a nunca rendirme. Y a ti, padre, que has estado siempre allí para apoyarnos a mí y a Érika en los momentos en que más lo hemos necesitado. Tu presencia y amor han sido fundamentales en nuestra familia. Juntos, ustedes han formado un equipo formidable, complementándose y apoyándose mutuamente para darnos a sus hijos una vida llena de amor, valores y oportunidades.
Además de mi familia cercana, quiero reconocer y agradecer a aquellos que, aunque no compartimos lazos de sangre o legales, son parte integral de mi familia. Como dijo alguien muy querido para mí, los amigos son los hermanos que uno escoge. Esta frase refleja perfectamente lo que pienso sobre las personas que llegan a nuestras vidas para ayudarnos en nuestra búsqueda de la felicidad.
Hay personas que, sin importar el momento en que lleguen, dejan una huella indeleble en nuestras vidas y nos ayudan desinteresadamente. En mi caso, quiero destacar la presencia de dos personas muy especiales que han sido fundamentales en mi vida. No me perdonaría si no los mencionara en esta noche tan especial, donde se me premia por cualidades que en parte me han sido enseñadas y transmitidas por ellos.
Quiero agradecerles por su amistad, su apoyo y su amor. Han sido un regalo en mi vida y me siento afortunado de tenerlos a mi lado. Gracias por ser mis amigos, mis confidentes y mis hermanos escogidos.
Uno de ellos es Óscar Tulio Lizcano, un hombre cuya vida es un ejemplo de resiliencia y esperanza. Su historia es digna de ser contada y recordada por generaciones futuras. Junto a su familia, ha construido un legado que es un orgullo para todos nosotros. Su esposa Doña Marta, Mauricio y Juan Carlos, sus hijos, son un ejemplo de ese legado que le han brindado a nuestro país. Ellos han crecido en un entorno de amor y valores, y han sido formados por su padres para ser hombres de bien. Quiero agradecerle a Óscar Tulio por su presencia constante en mi vida, por sus palabras de aliento y consejos prudentes que me han ayudado a tomar decisiones acertadas en momentos difíciles.
Su experiencia y sabiduría son invaluables, y su capacidad para perdonar y mantener la esperanza después de más de nueve años de secuestro es un ejemplo inspirador para todos. Su historia es un testimonio de la fortaleza del espíritu humano y de la capacidad para superar incluso los desafíos más difíciles.
Su apoyo y ayuda desinteresada han sido fundamentales en mi vida y en la de mi familia. Me ha enseñado a ver la vida desde una perspectiva diferente, a apreciar las cosas pequeñas y a encontrar la belleza en la adversidad. Lo considero mi mentor y guía en la compleja lucha de la vida.
Gracias, Óscar Tulio, por ser un ejemplo de fortaleza y esperanza. Su legado y enseñanzas serán recordados por siempre. Espero que su historia inspire a otros a encontrar la fuerza y la resiliencia para superar los desafíos que se les presenten. Su vida es un ejemplo de que, incluso en los momentos más difíciles, hay siempre esperanza y siempre hay una oportunidad para crecer y aprender.
Adicionalmente, quiero expresar mi más profundo agradecimiento a un hombre que ha marcado un antes y un después en el devenir político-administrativo de nuestro departamento: Henry Gutiérrez Ángel. Su cercanía, empatía y carisma han sido fundamentales en mi carrera y en el éxito de la Industria Licorera de Caldas.
Henry es un hombre auténtico, respetuoso y sensato, que siempre ha estado dispuesto a dar el apoyo necesario con rigurosidad técnica y sin dejar que los egos y personalismos obstaculicen el camino. Su liderazgo y visión han sido clave para el crecimiento y desarrollo de nuestra empresa.
Quiero destacar su capacidad para tomar decisiones difíciles y su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas. Su gestión al frente de la junta directiva ha sido un ejemplo de buen gobierno y responsabilidad.
Su apoyo decidido a la Industria Licorera de Caldas ha sido fundamental para superar los desafíos que hemos enfrentado. Gracias a su liderazgo, hemos podido implementar cambios importantes y mejorar nuestra competitividad en el mercado.
Me siento afortunado de tener la oportunidad de trabajar con él y de aprender de su experiencia y sabiduría. Su legado en el departamento será recordado por mucho tiempo, y espero que su ejemplo inspire a futuras generaciones de líderes.
Gracias, gobernador Henry amigo mío, por su confianza y apoyo. Su liderazgo ha sido un ejemplo para mí y para muchos otros, y estoy seguro de que su impacto en nuestra región será duradero.
Como gerente de la Industria Licorera de Caldas le tocó afrontar un pleito judicial que permitió la comercialización del aguardiente en todo el territorio colombiano.
Finalmente quiero agradecer a todas las personas que han sido importantes en mi vida y que han contribuido a mi crecimiento y desarrollo. Aunque no he podido mencionar a cada una de ellas individualmente, quiero expresar mi más caluroso saludo y agradecimiento a todas aquellas que han estado presentes en mi camino.
A cada una de ellas, les doy las gracias por todo lo que me han brindado, su amor, su apoyo, su consejo y su amistad. Han sido fundamentales en mi vida y me han ayudado a ser la persona que soy hoy. Me han enseñado a enfrentar desafíos, a superar obstáculos y a alcanzar mis metas.
Quiero que sepan que su influencia ha sido profunda y duradera, y que les estoy eternamente agradecido por todo lo que han hecho por mí. Gracias por ser parte de mi vida y por ayudarme a crecer y a ser un mejor ser humano.
Agradezco a aquellos que me han brindado su amistad incondicional, su apoyo en momentos difíciles y su consejo sabio. Agradezco a aquellos que me han enseñado a aprender de mis errores, a perseverar en la adversidad y a mantener la fe en mí mismo.
Gracias a todos ustedes, he podido alcanzar mis objetivos y cumplir mis sueños. Su presencia en mi vida ha sido un regalo invaluable, y espero poder retribuir todo lo que han hecho por mí de alguna manera. Les estoy eternamente agradecido y les deseo todo lo mejor en sus vidas.
En un país como el nuestro, que ha estado marcado por la turbulencia y la división, es fundamental transmitir un mensaje de esperanza a las nuevas generaciones. La polarización que vivimos no solo es política, sino también social, y afecta nuestras relaciones personales y nuestra capacidad para trabajar juntos hacia un objetivo común.
Sin embargo, debemos resaltar la lucha incesante de muchos por tener una mejor patria. Nuestra Industria Licorera de Caldas es un ejemplo de ello. A pesar de ser una empresa centenaria, ha logrado superar todo tipo de retos y ha resurgido como un ave fénix, demostrando su resiliencia y pujanza.
En nuestra empresa, confluyen todo tipo de pensamientos e ideologías que ceden ante un propósito supremo y común, la empresa de los caldenses. Esto nos enseña que, a pesar de nuestras diferencias, podemos trabajar juntos hacia un objetivo común y lograr grandes cosas.
Nuestros productos son un ejemplo de lo que se puede lograr cuando se hace bien y con amor propio. Quien hoy observe nuestros productos y no se sienta orgulloso de lo que se hace en su tierra, es porque no ha visto la pasión y el esfuerzo que ponemos en cada uno de ellos.
La Industria Licorera de Caldas es un ejemplo para todos los colombianos, demostrando que las cosas son posibles cuando se hacen bien y con dedicación. Esperamos que nuestra historia inspire a otros a trabajar juntos hacia un futuro mejor para nuestro departamento.
Ha sido un honor y un privilegio estar al frente de esta magnífica empresa, que desde mi niñez ha sido un sueño para mí. Quienes me conocen desde entonces saben que siempre he tenido una conexión especial con esta empresa. El destino y la confianza de quienes creyeron en mí me han permitido cumplir ese sueño, y ahora puedo decir que he devuelto y seguiré devolviendo, mientras esté en ella todo el esfuerzo y dedicación.
Mi objetivo ha sido dejar un legado de una empresa sostenible, competitiva, productiva y humana que le permitan vivir los mejores años de su existencia. Me siento orgulloso de lo que hemos logrado juntos, y espero que nuestra empresa siga siendo un ejemplo de excelencia y compromiso con la comunidad.
Quiero agradecer a todos los que han sido parte de este viaje, desde mis colaboradores hasta nuestros clientes y proveedores. Sin su apoyo y confianza, no hubiéramos podido lograr todo lo que hemos conseguido. Estoy emocionado de ver lo que el futuro nos depara y cómo nuestra empresa seguirá creciendo y mejorando para beneficio de todos.
Mis más sincero agradecimiento a Germán Albeiro Castaño por sus palabras de reconocimiento hacia nuestro trabajo y por la postulación a este maravilloso premio al haber creído en toda una trayectoria de años de esfuerzo y lucha. Su confianza en nosotros es un gran motivador para seguir adelante.
Finalmente un reconocimiento especial a quienes me han antecedido en la Gerencia de la Industria Licorera de Caldas, quienes han sido pilares fundamentales de lo que hoy vive nuestra Industria Licorera de Caldas, al poder competir en todo nuestro territorio nacional como una empresa competitiva y productiva como ninguna.
A los jurados, gracias por su valentía al nombrar a un funcionario público departamental como Caldense del Año después de muchos años. Nosotros también tenemos derecho. Este reconocimiento no solo es un honor para mí, sino también para todo el equipo que ha trabajado incansablemente para hacer de nuestra empresa un ejemplo de excelencia.
Al periódico LA PATRIA, gracias por su compromiso con la verdad y la rigurosidad en la información. Su apuesta por informar a los colombianos y, especialmente, a los caldenses, es fundamental para nuestra comunidad. Agradezco también su creencia en nuestro departamento y sus gentes, y por conservar un premio que reconoce la labor de aquellos que dedican su vida a hacer de Caldas un mejor lugar.
Este reconocimiento no es solo un logro personal, sino también un tributo a todo el equipo que ha trabajado conmigo. Estoy emocionado de seguir trabajando para hacer de nuestra empresa y nuestro departamento un lugar mejor para todos.
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