
Ciclostaciones de Manizales: un programa que se apagó entre grafitis, deterioro y habitantes de calle

Lo que en su momento fue una apuesta por la movilidad sostenible, hoy es una postal de deterioro. Las estaciones del programa de bicicletas públicas Manizales en Bici, muchas de ellas ubicadas sobre la avenida Santander, están abandonadas, con grafitis, techos dañados o inexistentes, y convertidas en refugio para habitantes de calle, quienes las usan para dormir y realizar sus necesidades fisiológicas, generando malos olores en el sector.
El programa, que funcionó entre 2013 y diciembre de 2023, tuvo como objetivo ofrecer una alternativa de transporte gratuito para los ciudadanos, con nueve estaciones fijas y una flotante de cerca de 185 bicicletas, incluidas algunas electroasistidas. Los usuarios podían acceder al servicio registrándose con su documento de identidad y una factura de servicios, y era gratuito tanto para nacionales como extranjeros.
Un ciclo que se agotó
El secretario de Planeación de Manizales, José Fernando Olarte, explicó que el modelo dejó de ser sostenible: “El modelo no era viable bajo las características en las que se operó hasta 2023, con altos costos y bajo uso. Actualmente analizamos el estado de la infraestructura para ver si puede destinarse a parqueaderos u otros usos del espacio público”.
La decisión se tomó luego de un balance con las Secretarías de Medio Ambiente y Movilidad, que concluyó que el sistema ya había cumplido su ciclo de vida.
De reactivaciones parciales a la suspensión total
En marzo de 2023, el servicio fue reactivado tras meses de pausa, inicialmente con tres estaciones (El Cable, Parque de la Mujer y Fundadores) y luego con las nueve estaciones habituales. Sin embargo, para agosto de 2024, el programa completaba ocho meses sin funcionar. Varias bicicletas fueron encontradas vandalizadas y el software de operación estaba inactivo.
Intentos previos para relanzar el sistema incluyeron la instalación de una estación móvil rotativa y la renovación parcial de la flota, ya que el 73 % de las bicicletas llevaba cerca de seis años en uso.
Críticas desde el Concejo
El concejal liberal Andrés Morales lamentó la decisión de desmontar el programa: “Muchas ciudades están apostándole a sistemas alternativos de transporte, y aquí estamos desmontando el nuestro. El Concejo aprobó $500 millones en 2024 para evaluar su reestructuración, pero la Administración decidió no continuar y trasladó esos recursos a la Secretaría de Infraestructura”.
Morales advirtió que podría recurrir a una acción popular para obligar a su reactivación, al considerar que este tipo de programas aportan a la sostenibilidad, al medio ambiente y a la transformación cultural de la movilidad.
El sentir ciudadano
Para usuarios como Jacobo Osorio Arango, ciclista, la desaparición del servicio deja un vacío importante: “Mucha gente quería salir a montar bicicleta y no tenía cómo comprar una. Con el programa podían alquilarla y hacer deporte. Ahora ya no pueden. Deberían volverlo a poner”.
Un futuro incierto
Aunque la administración analiza posibles nuevos usos para las ciclostaciones, la falta de un plan concreto mantiene en vilo a quienes ven en la bicicleta pública una oportunidad para mejorar la movilidad, cuidar el medio ambiente y ofrecer a los ciudadanos una opción gratuita para transportarse y ejercitarse.
Los grafitis son un común denominador en cada una de las estaciones.
Este es el punto donde se manejaba el sistema en las estaciones.
Haga clic aquí y encuentre más información de LA PATRIA.
Síganos en Facebook, Instagram, YouTube, X, Spotify, TikTok y en nuestro canal de WhatsApp, para que reciba noticias de última hora y más contenidos.