
Entrevista con golfista colombiano y caldense campeón mundial en el Japón: "ya no hay talento sin disciplina"

El manizaleño Tomás Restrepo dijo que su próximo objetivo es jugar en el PGA, la categoría más importante del mundo.
- ¿Ha dimensionado el título mundial que ganó?
Es difícil entenderlo, siempre soñé con ser campeón del mundo y ahora todo esto, los medios, los homenajes, las atenciones y las demás cosas que llegan, hay que entenderlas. Comprendo entonces a los profesionales y entiendo muchas historias de ellos. Estos últimos meses han sido increíbles.
- Dice que soñó con ser campeón del mundo ¿qué soñó?
En el 2024, cuando terminé en el Japón, lo veía lejos. Me dediqué a entrenar, vi que tenía el potencial, arranqué a competir con los mejores del mundo y empecé a creer que podía. Solo era tener la oportunidad de demostrarlo. Vi que ya era capaz y Japón llegó más rápido de lo esperado.
- O sea ¿lo soñó el año pasado?
Cuando en el 2024 veo mis resultados, no tengo opción de ser campeón del mundo. Sin embargo, leyendo todo lo que anoté, vi que no estaba tan lejos en los scores. Veo ahora lo que pasó hace un mes y wow, algo bueno se estaba cocinando dentro de mi.
- Ese primer día de juego, en el que quedó empatado con al japonés, ¿vio también que podía ganar?
La ronda del primer día fue muy buena: 5 menos. Sentí que hice 2 golpes que pudieron ser mejores, pero no me incomodó. Cuando veo que soy primero, pensé, no necesito un golf perfecto para ganar. Todos fallamos, estaba jugando lo suficiente. El segundo día no fue bueno, tuve una situación difícil y me pude tirar el torneo. Sin embargo, me enfoqué y empecé de nuevo.
- ¿Cómo fue ese último día fantástico con menos 7 para ser campeón mundial?
He aprendido algo con mi juego y de mi entrenador: jugar contra la cancha. Hay que jugar contra los otros, pero mi verdadero enfoque es el campo, al final del día trato de controlar mis emociones, mi swing, todo. El resultado en el deporte varía mucho, pero siempre quedaré satisfecho porque di lo que tenía. Ese último día me sentí mu bien, hice la primera ronda muy buena con cinco menos, aunque no miré los resultados. Sabía que con 9 hoyos menos había alcanzado al líder. Cuando me paré en el tee del 10 y vi que venía 5 menos, había que acelerar, no podía jugar a la defensiva. Tuve un par de bogeys y logré cerrar con dos birdies para poner el tono alto del día.
- Hemos visto deportistas que en los momentos duros, ceden y pierden y usted no lo hizo ¿Cómo manejó ese momento?
Reflexiono de eso y creo que al final del día son pequeños momentos o detalles. Son momentos para pensar y creer, el golf son cinco horas y en ese tiempo pasan muchos pensamientos. He escuchado muchas historias sobre eso, jugadores que se dejan llenar de pensamientos negativos y no terminan bien. Feliz de haber acertado, de haber tomado las decisiones puntuales en los momentos ideales. Seguro que llegarán rondas en los que no lo podré hacer, pero ya demostré que soy capaz.
- ¿Cómo es eso que usted dibuja una tortuga en las bolas con las que juega?
Cuando estábamos más pequeños, mi hermana y yo teníamos una morrocoy y la bautizamos Juanita. Mi hermana se llama Juana. Siempre dibujo esa tortuga para acordarme de ella, porque Juana es una de las personas más importantes de mi vida. Cuando uno juega golf se obsesiona demasiado y mi hermana es ese polo a tierra para vivir otras cosas.
- ¿Alcanzó a ser niño, a disfrutar de su niñez antes de interiorizarse en el mundo del golf?
He hecho muy buen balance de mi vida social y del golf. Mi deporte es prioridad, pero no lo es todo. Obvio, me encantaría ser profesional en un futuro e inspirar a una nueva generación. Hay que aprovechar todos los momentos, si estoy en el golf, estoy en el golf, y si estoy en Manizales con mi familia, es mi familia.
- ¿Quién ha sido Luis Fernando Zapata en su vida?
Se lo he dicho muchas veces, Luis Fernando ha sido una de las personas más importantes en mi vida. Desde pequeño estoy con él, en la cancha o fuera de ella. Más que un profesor, se volvió un amigo. Me enseñó muchas cosas, mi ética de trabajo, que no se gana nada tirando 100 bolas; hay que tallarse las manos para lograrlo. Le aprendo mucho, de su forma de jugar y de los momentos de su vida, sus alegrías y tristezas.
- ¿Quiso ser futbolista?
A los 7 años quería eso, pero empecé a jugar golf y todo cambió. Tenía habilidad y no era muy ordenado. Los combinaba los dos. A los 10 años jugaba en el Bosque Popular, golf en el parte alta y fútbol abajo. A los 12 años mejoré en el golf y empecé a ganar; debía mejorar más y se volvió una obsesión. Fui al primer suramericano, todo fue un proceso. Creo que al golf no se llega a la perfección. En el golf me gustó que no se le puede echar la culpa a nadie. Es uno contra el campo. Por eso elegí el golf.
- Hay atletas que surgieron por su disciplina y otros que lo hicieron con su talento ¿Cuál de las dos es usted?
Siento que si uno nace con talento y no tiene disciplina no pasa nada. Hoy en día con las nuevas generaciones ya no se ve eso. Ya no hay talento sin disciplina y te puedo mostrar ejemplos en golf. Hace 50 años los atletas eran con sobrepeso, haciendo cosas que no son buen ejemplo y hoy no, todos se cuidan al extremo.
- ¿La academia de EE.UU. qué tanto le ha aportado en todo este proceso?
Mucho, en lo técnico. Me considero un jugador inteligente para jugar, ahorrar golpes, pero habían detalles. Jugaba torneos y quedaba lejos; nos dimos cuenta que nos faltaban tiros, detalles en el campo. Entonces empecé a trabajar la técnica y mi juego fue cambiando, conservando las bases. En eso me ayudó la academia. Todos queremos ser como Tiger Woods, pero solo hay uno porque todos somos diferentes.
- ¿En qué debe mejorar?
Siento que hay momentos para mentirle a la mente y otros para serle honesto. Cuando están en la mitad de la ronda no te puedes autocriticar, porque eso puede ser más hondo. Al final del torneo tienes dos semanas para ser honesto y reconocer en lo que se debe mejorar. También ver lo positivo.
- ¿En qué debe mejorar en el campo?
Son detalles, ahora que estoy jugando este tipo de torneos me he dado cuenta que las canchas son más largas. Debo darle más duro al drive para llegar a los par cinco, pero pegar más duro y mantener las otras aptitudes. Hay otro tiro que me cuesta: el cross-bunker (trampa). Hay que saberla sacar alta y así es como se pierden los golpes vitales.
- ¿Cómo se imagina su vida en 10 años?
En 10 años... tendré 27 años, uno nunca sabe, seré aún joven en el golf, diferente a deportes como el fútbol. Me encantaría estar ya en el PGA Tour. Sería un sueño, no sé cuándo será, si no pasa, me tendré que parar en el espejo y decirme: ya, no se pudo. A los 27 debo estar en el PGA Tour.
- ¿Ve lejos ese sueño?
Si te soy sincero, han pasado cosas muy lindas en un año. He estado con jugadores del PGA, he podido ver torneos del PGA y la verdad, me doy cuenta que son humanos. Son los mejores del mundo y cometen los mismos errores de los demás. En la televisión muestran los primeros cinco, los que juegan perfecto, pero no los que quieren pasar el corte se les ve la frustración, se les ve la incomodidad. Por eso me pregunto... por qué yo no, somos iguales.
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Después de participar en US Amateur, el torneo más importante de la categoría juvenil en los Estados Unidos, en el que no pasó el corte, Tomás Restrepo Jaramillo ahora se prepara para competir con Colombia en los Juegos Panamericanos Junior de Asunción (Paraguay).
"Será bonito integrarme al seleccionado colombiano con deportistas de otras disciplinas", indicó el caldense, que también quiere jugar el torneo nacional júnior que se disputará en el campo del Club Manizales en noviembre próximo.
"Quiero jugar bien al lado de mis amigos y mi familia, usualmente no me ha ido bien acá".