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Caldas: bañó su finca de gloria con un café exótico a 1.750 metros de altura, su sello ganó en Manizales

2025-07-11
El Café Fest de Manizales que se terminó el fin de semana pasado tuvo como uno de los ganadores a Darío Ospina Ospina, con el sello de Agrolinda. Esta es su historia.
Foto | Cortesía Comité de Cafeteros de Caldas | LA PATRIA El Café Fest de Manizales que se terminó el fin de semana pasado tuvo como uno de los ganadores a Darío Ospina Ospina, con el sello de Agrolinda. Esta es su historia.
Santiago Carmona Caraballo

El café de Darío Ospina Ospina tiene una dulce nota de esfuerzo.

Los catadores del Café Fest lo destacaron por ser floral, aromático y suave, pero el caficultor prefiere distinguir el aroma de cada jornada de trabajo en la finca Cañada Honda, de tres hectáreas. "Casi que uno solo sabe tomar café", bromea.

La marca Agrolinda le ayudó a Darío Ospina Ospina a participar en el Café Fest de Manizales.

La variedad Geisha es la musa de su finca, ubicada a 1.750 metros de altura en el mar verde de la vereda Santa Teresa, en Pensilvania. Su victoria del sábado en Manizales es consecuencia de un proceso iniciado hace cinco años, cuando Ospina incursionó en los cafés exóticos con distintas variedades.

 

Cinco años de maduración

Ospina nació hace 44 años para el café. Desde su infancia vive y trabaja en medio de cafetales. Acompaña el grano en todo su proceso: desde que se recolecta hasta que se saca la carga. "Hay que ayudar con la fermentación, con el cuidado y revisar que el café no coja malos olores. Desde que se coge hay que mantenerlo organizado", explica.

Un lustro atrás, quiso añadirle algo nuevo a su pasión. Escuchó que los cafés exóticos son más rentables que los tradicionales y puso a prueba esa idea. En el viaje de cuatro horas que hizo entre Manizales y Pensilvania le halló razón a esa teoría.

El pasado sábado fue premiado en la categoría Exóticos del Café Fest. Primer puesto y $5 millones que piensa reinvertir para ganar de nuevo y competir en el mercado.

Ospina superó las temporadas de lluvia que afectaron sus cultivos. Su trabajo también rozó las pérdidas cuando el precio del café estuvo bajo. Esos han sido sus tiempos más difíciles, pero ahora el momento le ayuda. Este año celebra que el valor se ha sostenido. Asegura que saca cinco o seis cargas por año.

Su mensaje a otros caficultores es "no se rindan". El aviso también es para sí mismo. Es consciente de que sin él se podría acabar el linaje cafetero de su finca: "Quisiera que mi familia siguiera la tradición, pero no está pensando en eso".

 

Logro social

La finca Cañada Honda pudo triunfar en Manizales por el apoyo de Agrolinda, una asociación de Pensilvania que cedió su marca y registro Invima para que Ospina pudiera estar en el concurso.

Con los contactos que hizo, espera volver a dar las gracias cuando le ayuden a llevar su sello al extranjero.


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