Cuba enfrenta nuevos apagones por destrozos de Melissa
Los destrozos ocasionados por el potente huracán Melissa y la crisis energética que sufre Cuba desde hace más de un año provocan prolongados apagones por la isla, según el informe diario de la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE).
Por un lado, la mayoría de los 3,5 millones de personas en las cinco provincias más orientales del país siguen sin fluido eléctrico tras el paso del huracán el miércoles pasado con categoría 3 (de 5) en la escala Saffir-Simpson.
Las principales unidades de producción de la región (dos termoeléctricas y una central de motores) no sufrieron graves daños, según el Ministerio de Energía y Minas (Minem) y dijeron que ayer mismo entrarían parcialmente en funcionamiento.
Sin embargo, muchas líneas de distribución resultaron afectadas por los fuertes vientos, de hasta 200 kilómetros por hora, y las intensas lluvias que dejaron hasta 400 milímetros (o litros por metro cuadrado) en algunos puntos.
Días de demoras
Decenas de trabajadores de la UNE se han desplazado a la zona para trabajar en las labores de restablecimiento de las líneas, pero las autoridades reportaron que la reparación llevará días.
Por otro lado, están los problemas crónicos de generación eléctrica del país, incapaz de proveer la energía demandada por las frecuentes averías de las obsoletas termoeléctricas y por la falta de divisas del Estado para importar el combustible necesario.
En las 10 provincias no afectadas por Melissa la demanda máxima será de 2 mil 650 megavatios (MW) mientras que la oferta será de 1.639 MW, según la UNE, dependiente del Minem.
Mientras tanto, la afectación estimada (lo que se desconecta previamente para evitar apagones desordenados) estaría sobre los 1.081 MW.
Los daños prolongados
Expertos independientes señalan que la crisis energética responde a una baja financiación crónica de este sector, completamente en manos del Estado cubano desde el triunfo de la revolución en 1959. El Gobierno cubano señaló por su parte que es fruto de las sanciones estadounidenses y la acusó de “asfixia energética”.
Diversos cálculos no oficiales coinciden en estimar que el Gobierno cubano necesitaría entre 8 mil millones y 10 mil millones de dólares para reflotar el sistema eléctrico, una cantidad de la que La Habana no dispone.