
Urgen medidas de seguridad vial en la curva del barrio El Paraíso de Manizales: opinan los expertos
Transitar por la vía que comunica al sector de La Fuente con la glorieta elevada de la carretera Panamericana, en Manizales, no es solo un reto para los conductores, sino también para los habitantes de barrios como Alférez Real o El Paraíso.
Son tan habituales los accidentes en la reconocida curva que los vecinos ya tienen el oído afinado. Una mujer sostiene que desde el 2016, cuando se inauguró la obra, empezaron a verse más choques y que no pasó mucho tiempo para que una volqueta siguiera derecho y se diera contra el barranco.
Segundos antes había pasado un motociclista en el carril de ascenso. Los que cruzaban por allí no dudaron en correr e intentar sacar al conductor, el vehículo pesado llevaba una carga de arena. Organismos de socorro lograron extraerlo con vida.
Curiosamente, en el último accidente registrado, en agosto pasado, también se vio involucrada una volqueta. Esta descendía, se volcó y golpeó un taxi. El taxista se salvó de milagro, pues su carro terminó con la mitad debajo del otro vehículo.
Tres heridos en el año
Juan Felipe Álvarez, secretario de Movilidad de Manizales, explicó que este año han atendido a tres personas lesionadas por accidentes en el sitio. Corresponden al taxista, un motociclista que cayó por combustible regado, y un ciclista. Sin embargo, choques de solo latas no se cuentan en la estadística.
Ante los hechos recientes, sostuvo que se llevó a cabo un análisis y se notó la importancia de implementar una demarcación horizontal y vertical para mejorar la visibilidad de los actores viales. No se ha considerado la instalación de reductores. Ya existen unos taches.
"Iremos evaluando esta opción y si vemos que mejora sustancialmente, probablemente no será necesario un dispositivo de reducción. Con el estudio de movilidad que hicimos habrá mayor advertencia con conductores, la gente naturalmente tomará precauciones", añadió Álvarez.
También contó que con el área técnica de su despacho se efectuó una sobreposición y no se encontraron coincidencias sobre alta accidentalidad allí ni en otros sectores de Manizales.
Ante las muertes acaecidas este año, respondió que obedecen especialmente a la falta de pericia y el presunto exceso de velocidad, hechos que no estarían asociados a falta de señalización o una situación particular de la vía.
La propuesta desde la movilidad
Juan Esteban Aristizábal Salazar es consultor en temas de movilidad y planificación urbana. Él considera que una solución es poner dispositivos de reducción de velocidad más contundentes.
Así mismo, manifestó que el lugar está bien señalizado y poner sistemas de fotodetección no sería lo óptimo, pues requeriría un estudio extenso y muy cerca, en La Fuente, ya existe uno.
Puntualizó en la necesidad de analizar dos tipos de reductores, que serían los conocidos como parabólicos en concreto, que han funcionado en Bogotá; o los plásticos, que se pueden ver en la avenida Santander, frente al Instituto Universitario.
Medidas de mitigación*
Esta curva no es un elemento aislado, sino un conector arterial de gran importancia que enlaza el sector de La Fuente con la avenida Panamericana donde transcurre la vía transversal Las Ánimas - Bogotá con código 5006 que cruza la ciudad de Manizales, entre el sector de la Estación Uribe y el Puente La Libertad.
En los últimos años la función estratégica se ha visto magnificada por las mejoras en la red vial circundante que han variado los flujos vehiculares canalizando mayores volúmenes de tránsito que impactan las condiciones de operación en un trayecto limitado por topografía y la construcción urbana.
La siniestralidad en este punto con un patrón recurrente de pérdida de control del vehículo presenta varios registros en prensa e informes de autoridades locales con incidentes graves.
El análisis de las causas de la alta siniestralidad en este sector se debe evaluar desde el componente de diseño geométrico (revisar los parámetros del tramo vial, verificar la velocidad de diseño y la velocidad a la que operan los usuarios de la vía), la señalización vial horizontal y vertical (realizar un inventario de señalización existente, verificar si falta guía visual y elementos horizontales de apoyo).
También superficie y drenaje (revisar el estado de la capa de rodadura y el funcionamiento del manejo de las aguas sobre la vía bajo condiciones de lluvia) y finalmente el entorno vial (evaluar cómo disminuir el impacto de las edificaciones, los taludes, las curvas y demás elementos viales en una zona que exige maniobrabilidad alta para los conductores).
Por ejemplo, la pendiente descendente pronunciada permite que los vehículos acumulen una cantidad excesiva de energía cinética (fuerza relacionada al movimiento que involucra peso del vehículo y la velocidad), siendo que el sistema vial en su estado actual presente falencias desde el trazado geométrico, la señalización y la infraestructura lo que dificulta a los conductores disipar esa energía de forma segura, antes de llegar al punto crítico.
A partir de información secundaria mediante fotos aéreas, se presentan algunas medidas de mitigación que impactarían positivamente en la búsqueda de disminuir la siniestralidad en el sector.
Finalmente, se deben identificar las acciones necesarias para disminuir las causas que corresponden a una falla sistemática y predecible, que no pueden ser justificadas como una serie de eventos aleatorios, accidentes o de "mala suerte".
*Nicolás Linares, ingeniero civil, magister en Ingeniería - Infraestructura Vial y Sistemas de Transporte.
Infografía | Juan Carlos Hómez | LA PATRIA
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