Abordar la salud mental es urgente: recomendaciones del conversatorio para el bienestar comunitario

El Conversatorio de Salud Mental que propició este 11 de diciembre LA PATRIA en el auditorio de Susuerte, dejó claro que los desafíos emocionales de hoy (para los distintos grupos poblacionales) requieren de respuestas clínicas y educativas oportunas; además del compromiso de todos.

El encuentro reunió voces de expertos que conceptuaron, desde su experiencia profesional, de los retos a los que se enfrentan las administraciones públicas, la academia y las familias.

Los psicólogos Ricardo Celis y Fanny Bernal y la psiquiatra Sonia de La Portilla; además de Natalia Castaño, directora Territorial de Salud de Caldas, participaron de la fecha que dejó la idea de que se requiere abrir más espacios como este que normalicen hablar de salud mental.

Esto dijeron en el espacio:

El siglo de la soledad, según Ricardo Celis

El psicólogo reflexionó sobre la paradoja de hoy entre hiperconexión y soledad. Destacó cómo la tecnología transformó la forma de relacionarnos, debilitando vínculos y generando una sensación de aislamiento colectivo.

Celis subrayó la fragilidad de las relaciones actuales. Dijo que la importancia del contacto real, la conversación pausada y la mirada directa no son cosas que se deben quedar en el pasado.

"Nunca habíamos estado tan interconectados y nunca habíamos estado tan solos. La interconexión no garantiza acompañamiento. Los vínculos se vuelven frágiles y la falta de contacto real profundiza la distancia emocional. Necesitamos recuperar la conversación, el encuentro y la cercanía para que la salud mental tenga un verdadero sustento", resaltó.

El psicólogo insistió en que el uso de tecnología debe evaluarse no solo por cantidad, sino por calidad. Según él, el contenido consumido, los efectos emocionales y el equilibrio con actividades relacionales son factores decisivos. Para el experto, la comparación constante que generan las redes fomenta frustración, distorsiones de autopercepción y mayor vulnerabilidad emocional en jóvenes y adultos.

"Los adolescentes viven comparaciones dolorosas entre su vida y las imágenes perfectas que ven. Esa ilusión genera ansiedad y soledad. Por eso necesitan acompañamiento, guía y conversación".

Celis concluyó que enfrentar el ‘siglo de la soledad’ requiere de trabajo conjunto entre instituciones, familias y comunidad. Señaló que la región debe priorizar la salud mental, promover escenarios de conversación y fortalecer vínculos significativos. Solo así -dijo- será posible contrarrestar el aislamiento y construir entornos que ofrezcan contención.

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Los duelos sin cronología, lo dijo Fanny Bernal

La psicóloga, experta en duelo, destacó la complejidad emocional que atraviesan las personas ante pérdidas profundas y lo que eso hace en la salud mental. Subrayó que el proceso de superar los malos momentos no sigue cronologías fijas y que la sociedad suele imponer expectativas poco realistas que obstaculizan esa salida a flote.

"Es que hay duelos que no se superan; quienes acompañamos procesos sabemos que el dolor permanece. A veces la nostalgia persiste, es que nadie ocupa el lugar del ser perdido. El duelo requiere tiempo, reconocimiento y honestidad".

Ella agregó: "Muchos buscan evitar sentir dolor mediante distracciones, pero ese no es el mundo verdadero. Negar el dolor impide aprender, elaborar y encontrar un equilibrio emocional sostenible para siempre".

Bernal resaltó la importancia del trabajo emocional y de las redes de apoyo como ejes centrales del afrontamiento del duelo. Explicó que sin herramientas para gestionar la rabia, la nostalgia y el miedo, el duelo se complica. 

"El duelo exige trabajo emocional continuo: reconocer las emociones permite avanzar. Sin educación afectiva es difícil comprendernos y sostener vínculos significativos en comunidad".

La psicóloga señaló que muchas personas conectan más con animales que con otros seres humanos, reflejo de carencias afectivas. Por eso, según ella, cuando faltan las mascotas, se les hace más dura la pérdida. 

La salud mental como red, en palabras de Sonia de La Portilla

La psiquiatra resaltó la necesidad de comprender el bienestar emocional como un fenómeno colectivo. Su intervención se centró en cómo las dinámicas familiares y sociales influyen profundamente en la salud mental individual y cómo -sin conciencia compartida- resulta difícil transformar los entornos y el sufrimiento.

"La salud mental no es individual, se teje en la red de quienes nos rodean. Si alguien está mal, se afecta todo el sistema: pareja, familia y sociedad. Sin conciencia de hábitos solidarios y nuevas mentalidades, perpetuamos los problemas y evitamos los cambios estructurales que realmente pueden transformar la vida cotidiana", puntualizó.

La experta subrayó que el dolor emocional no debe compararse entre personas, pues cada experiencia es única y válida. El reto -afirmó- consiste en acompañar sin juicio, reconociendo que el sufrimiento ajeno merece presencia, comprensión y un entorno preparado para sostenerlo.

"No es fácil comprender el dolor del otro, porque no se compara con el propio. El sufrimiento es como un gas que ocupa todos los espacios. Necesitamos alfabetización emocional: nombrar lo que sentimos, reconocerlo sin juzgar y preguntar cómo estás sin invalidar. Hablar de emociones es construir salud mental", mencionó.

Es un estandarte vital, lo que advirtió Natalia Castaño

La directora Territorial de Salud de Caldas expuso, durante el encuentro, sobre la importancia del bienestar emocional en todas las etapas de la vida, resaltando el valor del encuentro comunitario y el aprendizaje compartido, como ejes centrales para fortalecer vínculos.

"Este encuentro nos motiva a comprender la salud mental como un estandarte vital. Hay que resignificar la vida y explorar nuevas formas de acompañarnos siempre como comunidad", detalló.

Para ella, comprender las relaciones y los afectos es esencial para construir territorios capaces de generar vida, prosperidad y mayor comprensión entre quienes comparten desafíos en salud mental.

"Cuando trabajamos juntos siempre resignificamos lo que somos. Fortalecemos estrategias para manejar emociones, enseñar desde la experiencia y capacitar líderes que apoyan a quienes levantan la mano buscando un camino para seguir creciendo".

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