
Esta es la forma de mantener saludable la piel y sin imperfecciones: ¿qué hacer?

Sentirse bien con la piel va más allá de lo estético. Un estudio revela que el 57% de las personas con acné, eczema, manchas u otra afección cutánea han experimentado un impacto negativo en su salud mental.
Al mismo tiempo, la piel es la primera barrera de defensa frente a infecciones, contaminantes y otros agentes externos. Por eso, mantenerla sana no es solo una cuestión de belleza, sino de salud integral.
Al ser el órgano más grande del cuerpo, la piel está expuesta a radiación ultravioleta, cambios de temperatura y heridas. Estos factores pueden acelerar el envejecimiento cutáneo y causar enfermedades.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición excesiva a la radiación ultravioleta envejece prematuramente y en 2020 causó alrededor de 1,2 millones de nuevos casos de cáncer de piel. De forma similar, existe relación entre la contaminación ambiental y variedad de dermatosis, como eczema o dermatitis atópica.
¡A prevenir para no lamentar!
Por todo lo anterior, es crucial un manejo adecuado de la piel. Siga estas recomendaciones para lograrlo:
1. Aliméntese bien: consumir frutas y verduras ricas en antioxidantes (como papaya, manzana, cítricos, uvas, moras, fresas); además de ácidos grasos esenciales como los Omega-3 (presentes en pescados, nueces, semillas, aceites de plantas y alimentos fortificados), favorece la producción de colágeno, mejora la elasticidad de la piel y combate el envejecimiento celular.
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2. Hidrátese: la piel está compuesta por agua en un 30%. Tomar líquido suficiente durante el día contribuye a mantener su elasticidad, grosor y resistencia natural.
3. Aplíquese protector solar todos los días: aunque no haya exposición directa al sol, las luces blancas artificiales también provocan envejecimiento. Lo ideal es usar un protector solar con FPS 50+, de amplio espectro y aplicarlo -al menos- tres veces al día.
4. Limpie su rostro y cuello diariamente: una buena rutina de limpieza remueve impurezas, células muertas y residuos de maquillaje. Se recomienda hacerlo en la noche con agua fría (no helada) y secar el rostro con toques suaves. Si desea usar productos, elíjalos acorde a su tipo de piel. Esto favorece la regeneración celular, previene la aparición de acné y puntos negros.
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5. Conozca su tipo de piel y use los productos adecuados: identificar su tipo de piel es fundamental para contar con los productos más efectivos para sus necesidades particulares.
Conozca los tipos de piel
- Piel normal: es equilibrada, con un brillo moderado, textura suave y sin brotes visibles. No requiere cuidados especiales, pero una rutina básica de limpieza e hidratación ayudará a mantener su salud y luminosidad.
- Piel seca: produce menos grasa natural, lo que puede hacerla lucir opaca o sentirse áspera. Requiere hidratación constante con cremas o aceites sin alcohol.
- Piel grasa: tiende a producir exceso de sebo, lo que puede generar brillo, puntos negros o acné. Lo ideal es usar productos específicos que controlen la grasa y evitar una limpieza agresiva.
- Piel mixta: combina zonas secas con otras más grasas, especialmente en la frente, nariz y mentón (zona T). Se recomienda usar productos específicos para este tipo de piel.
- Piel sensible: reacciona fácilmente a factores como el clima o ciertos cosméticos. Es común que presente enrojecimiento, picazón o ardor. Para cuidarla, es clave evitar productos con alcohol o fragancias fuertes, y optar por fórmulas hipoalergénicas.
* Con información de Cruz Verde.
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