La Navidad es posible desde el bienestar: lea recomendaciones

“Diciembre es un mes emocionalmente profundo. Nos enfrentamos a encuentros familiares, que muchas veces reactivan heridas de la infancia o patrones que creíamos superados. Cuando te reencuentras con hermanos, padres o primos, surgen dinámicas que pueden incomodar”. 

La premisa anterior es de Manuela Mejía, especialista en meditación, cantante por vocación, que habló sobre las emociones que se suelen experimentar en la temporada de fin de año.

“También está la nostalgia de quienes no pueden compartir con su familia y la alegría del reencuentro para quienes sí lo logran. A eso se suma la presión del consumo: la obligación de comprar regalos puede convertirse en una carga emocional y financiera que nubla el sentido real de la celebración”.

Sobre eso último agregó: “El sentido de los regalos se distorsiona. Pasan de ser una muestra de cariño a convertirse en una competencia o una obligación. Esto genera ansiedad y estrés”. 

Ella sugirió optar por regalos simbólicos: una carta, una planta, una canción, algo hecho con las manos. Estos gestos, aseguró, tienen más valor emocional y no implican un desgaste económico. 

“Propongo usar materiales reciclables para envolver, tal vez periódicos. Todo eso habla de una Navidad más consciente, que vaya hacia el equilibrio y la protección medioambiental”, detalló.

A lo personal

Mejía también respondió:

- Usted habla de volver a lo esencial, ¿cómo hacerlo en medio del ruido y las rutinas de las fiestas?

El primer paso es reservar tiempo para nosotros mismos. Venimos de un año de trabajo, de correr todo el tiempo. Diciembre debería ser un momento de pausa. Así como hacemos espacio para la familia y los amigos, deberíamos también agendar momentos de autocuidado. Un rato en la mañana, caminar solos, respirar, conectarnos con la naturaleza. 

- ¿Qué prácticas recomienda para mantener el equilibrio emocional durante estas fechas?

Ejercicio físico, respiración consciente, momentos de contemplación. Estar en contacto con la naturaleza ayuda mucho. También es clave permitirnos espacios de calma y expresar afecto con palabras, con abrazos sinceros. Los gestos pequeños, como decirle a alguien que se le quiere o agradecerle por su presencia, fortalecen los lazos.

Le puede interesar: Abordar la salud mental es urgente: recomendaciones del conversatorio para el bienestar comunitario

- Algunas personas no saben cómo meditar, ¿qué les sugiere?

La meditación no es dejar la mente en blanco, porque eso no es realista. La mente siempre está en movimiento. Meditar es traer la atención al presente. Una manera sencilla de empezar es concentrarse en la respiración. La persona puede tomar un minuto, poner una alarma y, durante ese minuto, respirar con conciencia: inhalar en cuatro segundos, exhalar en cuatro. Hay otras técnicas como la respiración cuadrada: inhalar, sostener, exhalar y volver a sostener, cada una en cuatro tiempos. Esto ayuda a relajar el sistema nervioso.

- De la respiración…

La recomendación es respirar siempre por la nariz. También es útil hacer exhalaciones más largas que las inhalaciones. Por ejemplo, inhalar en cuatro y exhalar en seis u ocho segundos. Eso activa el sistema parasimpático, que es el encargado de llevarnos a un estado de calma y relajación.

- ¿La alimentación afecta la salud emocional durante estas fechas?

Totalmente. Hay estudios que demuestran que una dieta rica en comida procesada afecta no solo la salud física, sino también la mental. En diciembre cambiamos hábitos: comemos más fritos, más azúcares, más alcohol. Eso tiene un impacto. Por eso no se trata de prohibirse nada, pero sí de tener consciencia. Si se lleva varios días comiendo mal o tomando licor, hay que regalarse uno o dos días para limpiarse, dormir bien, comer sano. Eso también es salud mental.

- ¿Cómo saber si ya es momento de hacer un alto para cuidar la salud mental?

Cuando se está más irritable, que no se duerme bien, que la concentración falla, que siente tristeza o ansiedad con frecuencia. Ahí es momento de parar, de revisar cómo se está y, si es necesario, pedir ayuda profesional. Cuidar la salud mental no es un lujo, es parte del bienestar básico.

- ¿Qué límites se deben establecer en diciembre para protegerse emocionalmente?

Limitar el tiempo que dedicamos a los demás y reservar tiempo para uno mismo. Aunque estemos de vacaciones, eso no significa que todo el tiempo tenga que entregarse a la familia o las reuniones sociales. Los límites son necesarios y saludables.

- ¿Qué estrategias ayudan a no caer en el consumo durante las fiestas?

Volver al sentido original de estas fechas: compartir, agradecer, perdonar. Tal vez llamar a alguien con quien hace tiempo no se habla, escribir una carta, tener una conversación pendiente. Estas fiestas también pueden ser una oportunidad para sanar relaciones. Si hablamos de construir paz en Navidad, esa paz tiene que empezar en nuestras relaciones más cercanas.

- ¿Cuál sería su mensaje final?

Cuidarnos, no ponernos de últimos en la lista, sacar tiempo para nosotros, respirar, observar, mover el cuerpo. Cuando estamos bien con nosotros mismos, estamos más disponibles para los demás. El amor no se puede compartir si no está dentro de uno primero. Que esta Navidad sea una oportunidad para conectar, sanar y vivir con más conciencia.

Foto | Cortesía | LA PATRIA

“No se trata de dejar la mente en blanco. La meditación es traer la atención al presente”: Manuela Mejía.

Haga clic aquí y encuentre más información de LA PATRIA. Síganos en Facebook, Instagram, YouTube, X, Spotify, TikTok y nuestro canal de WhatsApp, para que reciba noticias de última hora y más contenidos.