Manizales

Manizales: se despide el almacén que marcó generaciones por 38 años con juguetes, artesanías e historias

2025-09-06
Milcositas está ubicado en el nivel 8 de Sancancio. Permaneció sus 38 años de historia en este centro comercial y también tuvo, entre el 2002 y el 2008, una burbuja en Cable Plaza. Luz Stella Valencia, su propietaria, le agradece a Manizales por la lealtad a su negocio.
Fotos | Luis Fernando Trejos | LA PATRIA Milcositas está ubicado en el nivel 8 de Sancancio. Permaneció sus 38 años de historia en este centro comercial. Luz Stella Valencia, su propietaria, le agradece a Manizales y sus habitantes por la lealtad a su negocio, que le permitió convertirse en referente de la ciudad.
Santiago Zapata Zapata

Manizales pierde algo más que una tienda. Pierde una tradición. Milcositas, el emblemático almacén ubicado en el centro comercial Sancancio, cerrará sus puertas en diciembre de este 2025.

Con este cierre termina una historia de 38 años de magia, juguetes, decoración y afecto comercial, construida por Luz Stella Valencia Botero.

Ella nunca planeó ser comerciante. Era arquitecta y trabajaba con la Alcaldía, hasta que un viaje con sus amigas a Panamá cambió su rumbo.

"Traje unas cositas y se vendieron en dos minutos. Dije: 'Qué bueno el comercio', entonces renuncié a mi empleo y así nació todo", cuenta.

Decidió abrir su negocio en un pequeño local de Sancancio, cuando el centro comercial apenas daba sus primeros pasos.

Desde ese entonces, en noviembre de 1987, hasta hoy, la tienda se convirtió en un símbolo local, pionera en vender mercancía importada y en ofrecer lo que parecía imposible de encontrar en otros sitios de la ciudad.

 

Milcositas: juguetes, bromas y recuerdos en Manizales

Aunque vendió de todo (decoración, cacharrería, bromas, ropa hindú y artículos del hogar, entre otros), su producto estrella siempre fueron los juguetes.

"Gracias a eso he tenido clientes de todas las generaciones. Venían siendo niños y hoy vuelven con sus hijos. Eso es muy bonito", dice Luz Stella, con nostalgia.

Y así lo confirma Diana Patricia Castaño, empleada que trabajó en la tienda desde 1988: "Hace varias décadas, un niño iba mucho al negocio a comprar Legos, especialmente de astronautas, era superfan. Yo se los escondía para jugar con él. Hoy ese niño trabaja en la NASA y tiene sus Legos en Estados Unidos. Su mamá me cuenta que él todavía nos recuerda a mí y a Milcositas con cariño".

Asimismo, Luz Stella resalta con gracia una anécdota de que, en época navideña, le preguntaron a una niña qué quería que le regalara el Niño Dios y ella, con convencimiento, respondió: "Un almacén Milcositas".

Actualmente, en Milcositas trabajan tres personas: Luz Stella Valencia, Ana María Román y Yuriana Valencia, a quienes la propietaria les agradece su entrega y dedicación.

 

De Manizales al mundo

Milcositas fue más que una tienda, como recuerda Diana: “Es parte del alma de Sancancio. Nos ampliamos desde un local pequeño hasta un punto grande, que fue un boom. Luz Stella siempre fue una jefa generosa, dedicada y su visión convirtió al almacén en referente. Atendimos a gente de todas partes, hasta extranjeros fascinados con lo que encontraban aquí”.

El negocio también representó una oportunidad de vida para sus empleados. "Yo pude sostener a mi familia gracias a lo que viví y aprendí allí. No era solo vender: era cubrir necesidades, servir, acompañar", enfatiza.

Según su experiencia, la clave para que Milcositas se convirtiera en un referente e hiciera honor a su nombre fue siempre la atención al detalle que caracterizó a Luz Stella, quien anotaba todo lo que la gente iba a buscar.

“Ella escribía en un cuaderno los productos y luego los conseguía para surtir la tienda. Muchas veces la gente iba y nos decía que se anduvo toda la ciudad buscando algo y que solo lo consiguió donde nosotros”, rememora Diana.

 

Un ciclo que se cierra

Luz Stella dice que ha llegado el momento de retirarse. “He trabajado 10 horas diarias por casi 40 años. Quiero hacer obras sociales, tener paz, dedicarme más tiempo a mí. Esta decisión la estaba pensando desde hace años, pero siempre la aplazaba porque me daba pesar. Sin embargo, este año dije: ‘Es ahora o nunca’”.

Desde julio, el almacén empezó una liquidación con descuentos del 20% y 30% en todos sus productos. Aunque su propietaria tiene en venta el almacén, informa que si no se concreta nada, el cierre será definitivo en diciembre de este año.

Mientras tanto, los pasillos de Milcositas siguen recibiendo visitantes que buscan los últimos recuerdos. Algunos le piden a Luz Stella que no cierre. Otros simplemente van al lugar y aprovechan las promociones, a pesar de la nostalgia. Porque saben que cuando Milcositas apague sus luces, se apagará también un pedazo de la historia reciente de Manizales.

El local de Milcositas tiene dos pisos en los que sus clientes pueden encontrar de todo.

 

Amor de clienta

Para Olga Clemencia Herrera, fiel compradora desde su adolescencia, el almacén representa una parte de su vida: “Conozco a Luz Stella desde que tenía 14 años. Ahora tengo 68. Toda nuestra familia tiene cosas de Milcositas. Allá uno encuentra de todo, hasta una aguja”.

Sus hijos y nietos crecieron entre estanterías repletas de opciones, y para ellos, el ritual de visitar Milcositas era tan importante como cualquier otro plan familiar. “Cuando mi hija estaba pequeña iba, cogía lo que quería aun sin mi autorización y le decía a Luz Stella que lo apuntara. Yo después veía que debía una cuenta gigante y me daba risa. Eso no se reemplaza”.

Con nostalgia concluye: “En Manizales no hay otro almacén como ese. Y ella (Luz Stella) es una mujer muy querida, muy trabajadora. Nos va a hacer mucha falta”.

 

Las temporadas altas

Halloween, Navidad y el Día del Amor y la Amistad, por sus característicos artículos para disfrazarse y decoración abundante, fueron siempre las épocas más prósperas de Milcositas, en sus 38 años de historia.

Aunque su dueña, Luz Stella Valencia, reconoce que sus ventas siempre fueron buenas y estables, destaca que la variedad de sus productos fue la clave para esto. “Milcositas fue un almacén de juguetería, artesanías, decoración, fantasía, artículos para hombre y mujer, ropa hindú, bromas, de todo. Toda la vida vendí ese mismo tipo de productos y por eso me gané la fama de la ciudad. Por eso les agradezco infinitamente a los manizaleños, por su lealtad a mi negocio”, dice.

Luz Stella solía trabajar hasta con 5 empleados, pero tras la pandemia redujo el personal y desde esto conserva a 3. En estas temporadas intensas de actividad se suma al equipo Diana Castaño, quien conserva un fuerte compromiso y amor por el almacén, pese a haberse retirado desde hace casi 20 años. Considera que es su forma de retribuir todo lo bueno que Milcositas trajo para ella. 

 


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