
La Amazonia sigue bajo amenaza: Indígenas reclaman inclusión en la protección de sus pueblos

A siete años de haberse emitido la Sentencia 4360 de la Corte Suprema de Justicia de Colombia, que declaró a la Amazonia como sujeto de derechos, líderes indígenas, académicos y defensores del medioambiente denuncian que el deterioro del territorio continúa y que las comunidades ancestrales siguen excluidas de las decisiones judiciales que buscan protegerlo.
Durante la Cumbre de Países Amazónicos 2025, celebrada en Bogotá, se reavivó el debate sobre la eficacia del fallo y su alcance real en los territorios. Aunque la sentencia de 2018 representó un hito jurídico en Latinoamérica al reconocer los derechos de la selva como entidad viva, los avances concretos han sido limitados, según advierten sus habitantes y custodios ancestrales.
Un fallo sin comunidad viva y participativa
La Amazonia colombiana, que alberga el 10 % de la biodiversidad del planeta y es hogar de 385 pueblos indígenas, fue reconocida jurídicamente como sujeto de derechos con el propósito de frenar la deforestación y garantizar un ambiente sano.
No obstante, líderes indígenas denuncian que la sentencia no los tuvo en cuenta ni los involucra como parte activa en el cumplimiento de las medidas ordenadas.
Levy Andoke, representante del pueblo Andoke, expresó su preocupación por la falta de inclusión: “Los indígenas no estamos incluidos en la Sentencia 4360, a pesar de vivir y gobernar el territorio. Fue una decisión que nos ignoró completamente”.
A pesar de contar con estructuras de gobierno propio, planes de manejo ambiental y ordenamiento territorial, las comunidades no fueron reconocidas como corresponsables ni garantes del cuidado del ecosistema. “Pareciera que la Amazonia solo fuera selva, sin personas dentro”, afirmó el líder indígena.
La Amazonia no es un recurso, es un ser vivo
Durante los Diálogos Amazónicos, organizados por la Defensoría del Pueblo y realizados en la Universidad Nacional de Colombia, se insistió en la necesidad de una visión biocultural del territorio. Érika Castro Buitrago, delegada para los derechos colectivos y el ambiente, señaló que: “No estamos ante un recurso, sino frente a un sujeto vivo, con el que mantenemos una relación de corresponsabilidad”.
Esta postura coincide con la de la magistrada de la JEP, Belkis Florentina Izquierdo, quien remarcó que cualquier decisión sobre la Amazonia debe reconocer el conocimiento ancestral y el rol de los pueblos originarios:
“El territorio es un ser sintiente. Hablar de recursos es hablar de explotación. Se debe integrar la diversidad étnica y espiritual en la protección ecosistémica”.
El olvido de los derechos bioculturales
Según el investigador Gabriel Ricardo Nemogá, de la Universidad Nacional de Colombia, la Sentencia 4360 ignoró el precedente de la Sentencia T-622 de 2016, que reconoció los derechos bioculturales al declarar al río Atrato como sujeto de derechos, integrando la cosmovisión de las comunidades locales.
“En 2018 se prioriza la protección de los derechos de futuras generaciones, pero se omitió la autodeterminación de los pueblos que viven en el territorio amazónico, quienes son los más afectados por la deforestación, la minería y los cultivos ilícitos”, señaló el académico.
Una nueva oportunidad: Sentencia de tutela 106 de 2025
En un intento por corregir este vacío, la Corte Constitucional emitió en marzo de 2025 la sentencia de tutela 106, presentada por cinco autoridades indígenas. Esta ordena a los Ministerios del Interior, Ambiente y Salud coordinar espacios de diálogo intercultural con las comunidades amazónicas, en articulación con el Pacto Intergeneracional por la Vida del Amazonas Colombiano (Pivac).
Este nuevo fallo busca integrar a los pueblos originarios como actores activos en la conservación de la biodiversidad y reconoce la necesidad de su participación en la toma de decisiones ambientales.
“Esta nueva sentencia reconoce que las comunidades no pueden ser vistas como pasivas, sino como co-creadoras del equilibrio ecológico”, enfatizó el profesor Nemogá.
Justicia ambiental con enfoque intercultural
Aunque la Sentencia 4360 marcó un precedente importante para el reconocimiento de los derechos de la naturaleza, su implementación ha sido parcial y excluyente.
Las comunidades indígenas, quienes históricamente han protegido la Amazonía, siguen esperando que el Estado y la justicia colombiana reconozcan su papel fundamental. Hoy, el llamado es claro: sin los pueblos originarios, no hay verdadera defensa de la Amazonia.
* Esta información se realizó con la colaboración de la Universidad Nacional de Colombia.
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