"La UNGRD es una entidad leprosa": entrevista a Carlos Carrillo, su director; propone reforma y pide recursos

Hasta las promesas estaban al servicio de la corrupción en la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) bajo el mando de Olmedo López, según Carlos Carrillo, actual director del órgano.

Carrillo le asegura a LA PATRIA que es imposible honrar los compromisos que hizo López en Supía (Caldas), tras la emergencia invernal del 2022. Sin embargo, anuncia que 'raspará la olla' para aportar $2 mil millones en obras de mitigación del riesgo.

Video grabado a mediados de mayo en Supía (Caldas).

En su visita al departamento también se compromete a estudiar el reasentamiento de 75 familias indígenas en Riosucio.

Reconoce que este ha sido un Gobierno difícil para quienes lo manejan y para la oposición. La confrontación de ambas partes, dice, impide avances. También reprocha una decisión del 2024 en el Ministerio de Hacienda y los recursos que no le ha girado el Gobierno a la UNGRD.

La solución para la entidad, según su director, es hacer tabula rasa con una reforma que no tendría ambiente en el Congreso. En la entrevista al director de la UNGRD hay varias preguntas con la misma respuesta: "No hay plata".

Carlos Carrillo, director de la UNGRD.

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Emergencias en Caldas: "Muchas promesas tenían que ver con un esquema de corrupción"

Una avalancha inundó 16 barrios de Supía el 3 de septiembre del 2022.

¿Qué anuncio trae la UNGRD para atender la emergencia en Supía?

El jueves visitamos Supía para darle cumplimiento a una sentencia de una acción popular que falló hace unas semanas. Tenemos un problema grande de recursos. Un poco raspando la olla y estirando los presupuestos, aportaremos $2 mil millones para un proyecto de obras de mitigación del riesgo. Enviaremos unas 1.200 horas de maquinaria amarilla. Vinimos con una comisión técnica robusta para determinar cuántas horas se necesitan en el municipio. Entregaremos asistencia humanitaria y pagaremos subsidios de arrendamiento para las familias que lo han perdido todo. Hay otras cosas que rebasan nuestras competencias.

¿Qué temas rebasan sus competencias?

Por ejemplo, una preocupación en Supía y Riosucio tiene que ver con la pérdida de cultivos y de animales de producción. Eso no nos corresponde, es del sector agricultura, pero vamos a escalar esto al alto Gobierno.

En la comunidad de Supía hay hastío porque sus antecesores les habían hecho promesas, ¿cómo llegarles?

En Supía estuvieron los hampones de Olmedo López, Esneyder Pinilla y otro hampón que no han vinculado. Ojalá muy pronto lo hagan. Ellos venían a hacer política con los recursos de las emergencias y a engañar a la gente. Recorrieron todo el país prometiendo reasentamientos.

El reasentamiento es el camino adecuado, pero es complejo y costoso. En una imputación a César Manrique [exdirector de la Función Pública], se habla de un acuerdo con la Agencia Nacional de Tierras (ANT) por $100 mil millones, presuntamente esos hampones iban a quedarse con entre el 7% y el 10%. Les interesaba negociar la tierra. Llegaban a cualquier pueblo y decían "vamos a reasentar a 1.000 familias". Con eso echaban a andar la compra de predios.

¿Cómo funcionaba esa compra de tierras?

En la Subdirección de Conocimiento estaba Luis Carlos Barreto, una cuota política de César Manrique, exdirector de la Función Pública de este Gobierno. La Subdirección de Conocimiento no tiene relación directa con el proceso de reasentamiento, pero tiene que certificar que el lote es seguro para que las otras misionales puedan actuar. Barreto tenía la llave de qué lote se compraba y qué no. Espero que las investigaciones avancen. Muchas promesas tenían que ver con un esquema de corrupción vergonzoso que se había tomado la UNGRD.

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Hoja de ruta para atender emergencias en Caldas

Caldas, Supía y Corpocaldas hicieron estudios en el 2023 para mitigar el riesgo. ¿Los estudios siguen vigentes o hay que hacer nuevos?

En ese proyecto de obras basadas en la naturaleza, la Subdirección de Reducción encuentra falencias en los estudios. Son tecnicismos. Trabajamos para ajustar esos diseños y avanzar con las obras.

¿El plan de reubicación de familias en Supía sigue en pie? ¿Ya saben a qué terreno las enviarían?

Entiendo que puede ser frustrante para la comunidad, pero es imposible honrar las promesas vacías que hacía Olmedo López. No tenemos los recursos para hacerlo. Son procesos complejos.

¿Cómo ayudarán a Riosucio?

En Riosucio nos hablaron de 75 familias indígenas que están a la espera de reubicación. Hay una particularidad, ellos ya son dueños de la tierra. En el resgurado tienen una propiedad colectiva de la tierra. De ahí vienen los obstáculos. La ley en ocasiones es una camisa de fuerza. No podemos invertir recursos en zonas que estén en riesgo. Casi todo el resguardo indígena tiene riesgo y mitigarlo es costoso.

Estamos ante una encrucijada. Vamos a estudiarlo. Mi compromiso con las autoridades y con el alcalde de Riosucio fue estudiar el proyecto de reasentamiento para ver si este año podemos contratar los estudios de riesgo para tener la certeza de dónde podría hacerse el reasentamiento y pensar en construir las 75 casas con dinero del 2026. Este año no tenemos plata.

¿Hay posibilidades de aliarse con el Ministerio de Vivienda para atender viviendas en riesgo?

Tengo una excelente relación con la ministra de Vivienda [Helga Rivas], ella gerenció el Fondo de Adaptación del que hoy estoy encargado. Ella tiene la mejor intención y el Ministerio de Vivienda hace cosas importantes, pero el trabajo conjunto entre entidades del Estado no es fácil. No es algo que el andamiaje institucional propicie. Este Gobierno es polinésico, cada sector es una isla aparte, no hay una cohesión suficiente. Lo hemos visto en todos los casos.

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Panorama de riesgo en el Nevado del Ruiz

El exministro de las TIC Mauricio había anunciado la instalación de antenas para hacer alertar a tiempo en la zona de influencia del volcán Nevado del Ruiz. ¿Se ha vuelto a hablar del proceso?

Estoy pendiente de una conversación con el nuevo ministro [Julián Molina]. Lo conocí en el viaje reciente a China. El Ministerio sigue en manos del Partido de la U. Me habla de Lizcano y yo digo que se fue a la oposición, ¿no? Salen del Gobierno y se van a la oposición, es un fenómeno particular. No recuerdo un Gobierno en el que todos los ministros que renunciaban salieran a hablar mal del presidente. No pasó con Iván Duque, Juan Manuel Santos ni Álvaro Uribe. Quizás pasó con Samper. Lo de Lizcano sí lo hablamos.

Estamos trabajando en sistemas de alerta temprana para Supía. En Riosucio avanzaremos en un sistema de alertas tempranas comunitarias. Vamos a aportarle a la comunidad sistemas de radiocomunicación como fortalecimiento a la respuesta, a través del Consejo Municipal de Gestión del Riesgo. Es un tema clave. Hay que retomarlo, en el Nevado del Ruiz hay una alerta permanente. Lo haremos con o sin el Ministerio de las TIC.

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"La oposición hace lo mismo que las izquierdas hicieron"

Usted hablaba de que muchos salen del Gobierno y se matriculan en la oposición. ¿A qué se puede deber eso? ¿Hay responsabilidad del presidente Petro o de la oposición?

A las izquierdas y a algunos mandatarios les cuesta ser autocríticos. Cuando es un fenómeno generalizado, alguna responsabilidad tiene que haber de ambos bandos. Este es un Gobierno que ha sido muy difícil para la oposición, que no sabe hacer oposición. La oposición hace lo mismo que las izquierdas hicieron en el pasado.

Usted tenía antes a David Racero, que era el detective de Secop. Él publicaba contratos y mostraba como algo escandaloso que una persona trabajara con el Estado. Ahora el papel de David Racero lo hace el señor Daniel Briceño, candidato al Senado que se hace pasar por concejal de Bogotá. Briceño saca un contrato y dice: "Fulano de tal, que es petrista, trabaja con el Gobierno". ¡Qué sorpresa! ¿Y en qué Gobierno quiere que trabaje? ¿En el de Duque?

¿Cómo ve la discusión política sobre la UNRGD?

La discusión política es bastante precaria. La oposición puede que sepa administrar el Estado, ha estado al frente durante 200 años, pero nunca había hecho oposición. Se ven desnudos y con una resaca de poder. Es una orfandad de poder que tampoco los lleva a proponer nada. ¿Qué han dicho los 50 candidatos presidenciales sobre la gestión del riesgo en Colombia? Todas las mañanas reviso el reporte de medios y hay unas 20 o 30 menciones de la UNGRD en los medios nacionales. No hay un día que no salga el logo de la UNGRD en las noticias. Ningún candidato presidencial habla de qué hará con la UNGRD ni con la gestión del riesgo en Colombia.

¿Cuál fue el balance de las emergencias en Colombia en el 2024?

El año pasado hubo más de 400 muertos en el país a causa de las emergencias, 10 mil eventos reportados y 2 millones de personas afectadas. Son pérdidas que rebasan los billones de pesos y los candidatos presidenciales no van a hablar de eso. Este ha sido un Gobierno difícil para la oposición y para nosotros, que nunca habíamos gobernado.

Muchos dicen que habíamos ganado en Bogotá. Realmente la izquierda ganó en Bogotá una vez, cuando el presidente Petro fue alcalde. Todos vimos lo mal que salió el Gobierno de la Bogotá Humana por algo muy parecido a lo que pasa acá. La confrontación permanente, en su momento con el Concejo, ahora con el Senado, con los medios de comunicación, con la otra parte de la sociedad que no votó por nuestro proyecto, hace que las cosas no avancen.

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Secuelas de Olmedo López

¿Cómo han afectado la consecución de recursos de la UNGRD el escándalo de Olmedo López y la desfinanciación del presupuesto del Gobierno nacional?

Tomar las riendas de esta entidad, que es muy compleja, ha tenido una serie de inconvenientes enormes. El primero es el reputacional: es difícil que quieran contratar con nosotros las aseguradoras y los bancos. La UNGRD es una entidad leprosa. Las pólizas son más caras cuando las dan. A los directivos no nos querían asegurar con la póliza de responsabilidad extracontractual.

Dentro de la entidad estaba enquistada una organización criminal que sigue ahí. Hay personas que han salido, como los de libre nombramiento y remoción, pero hay cosas que siguen sucediendo en la UNGRD y entorpecen su funcionamiento. Son personas inescrupulosas que tratan de conseguir un beneficio personal.

También hay que sumarle el problema de la financiación. Es un error gigante, creo que raya en la ilegalidad, lo que pasó en el Ministerio de Hacienda el año pasado. No se permitió que usáramos el dinero de las vigencias anteriores.

¿Cómo funciona el Fondo Nacional de Calamidades?

El Fondo Nacional de Calamidades funciona con un principio de ahorro. Si usted tiene cualquier ministerio o secretaría, pierde la plata que no use. Por eso en diciembre firman contratos como locos para terminar el compromiso de los recursos. El Fondo no funciona así. La plata que no se gasta, porque el año fue tranquilo, se acumula y se guarda porque en cualquier momento puede haber una tragedia de grandes proporciones. Lo que se hizo el año pasado fue una jugadita que no habilitó la plataforma para hacer el procedimiento. Ni siquiera hay una carta o un oficio que diga que no se puede. Perdimos una disponibilidad presupuestal de $2,1 billones. Este año solicitamos $4,3 billones. Entiendo que es una cifra escandalosa, pero era lo que se necesitaba. Nos dieron $650 mil millones.

¿Qué ha pasado con el decreto de desastre nacional?

El año pasado, el presidente decretó el desastre nacional por variabilidad climática. Está sustentado, tiene soportes técnicos. Hay un compromiso de $1,9 billones... A día de hoy no nos han dado un centavo ni medio ni un penique. No hay plata. Lo absurdo de todo esto es que la declaratoria de desastre busca darle al Gobierno nacional las herramientas para mover los recursos. Es lo mismo que pasó en Riosucio. Al declarar la calamidad, el alcalde mueve la plata de un lado a otro para atender la emergencia y aumenta su presupuesto de gestión del riesgo de $100 millones a $1.000 millones porque está en calamidad. La declaratoria le da las mismas facultades al presidente. Puede aumentar el presupuesto de la gestión del riesgo, trasladar recursos e incluso endeudarse, pero no se ha hecho en más de seis meses después de la declaratoria.

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Borrón y cuenta nueva

¿Cuál es su plan para la sanear la UNGRD? ¿Es posible salir de la sombra de Olmedo López?

El martes tenemos un foro con expertos nacionales e internacionales con el Fondo Adaptación. El presidente Petro me pidió fusionar ambas entidades. El Fondo nació para atender el fenómeno de La Niña del 2010-2011. Tenemos una propuesta ideal, pero no es realizable en corto plazo porque implica pasar por el Congreso de la República: la creación de un sector de adaptación.

Este episodio vergonzoso de Olmedo López debería redundar en un legado institucional de este Gobierno. Todos lo dejan. El Gobierno Santos dejó un legado en la UNGRD, el Fondo Adaptación, la Financiera de Desarrollo Nacional, el proceso de paz y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). En el caso nuestro, se cayó el Ministerio de la Igualdad. No se ve de cerca un legado institucional, pero podemos abrir la discusión.

¿Qué tendría un nuevo sector de adaptación?

El sector de riesgo, que hemos decidido llamar de adaptación, tendría que tener nuevas entidades. El problema es que para crearlas hay que ir al Congreso, que no tiene ánimo de construir ni aportarle al país. Solo quiere sabotear un proceso político que tiene un apoyo popular suficiente para haber ganado las elecciones y que podría volver a ganar. Lo que hace el Senado es sabotear.

No hay clima político para hacer una propuesta. Es un sector adaptación que podría ser un departamento administrativo que tendría adscritas a la Defensa Civil, que hoy está en el Ministerio de Defensa, y a los bomberos, que están en el Ministerio del Interior y tienen problemas de financiación.

¿Qué otras entidades tendría ese organismo que propone?

Proponemos la creación de un instituto nacional de conocimiento que agrupe a los institutos que están disgregados desordenados y quebrados en distintos sectores. El servicio meteorológico está fusionado con el Instituto de Estudios Ambientales. El frenesí neoliberal de los últimos 40 años ha reducido las capacidades del Estado de generar su propio conocimiento. Sin eso, es imposible gestionar el riesgo.

Tendría que existir una unidad administrativa especial para el manejo de desastres y la atención de emergencia. Sería la única que tendría superpoderes de contratación. Los proyectos de reducción y conocimiento podrían tramitarse con procesos licitatorios como cualquier otro.

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